La mayoría de los seres humanos desean experimentar la conexión que existe al tener una relación en pareja, pensando muchas veces que es solamente este tipo de amor el que puede hacernos felices. Aunque amar es un sentimiento maravilloso, el problema puede comenzar cuando se compromete nuestra dignidad e integridad para caer en relaciones que fácilmente se convierten en adictivas y perjudiciales.
La buena noticia es que se puede salir de una relación adictiva, siempre y cuando se trabaje a nivel personal. Entendiendo que los vínculos con otros son para crecer, por lo tanto lo mejor es alejarse de esas situaciones dañinas y distorsionadas que nada tienen que ver con el amor.
¿Qué son las relaciones adictivas?
Una relación adictiva es aquella que causa dolor, llegando a encarnar una dinámica de amor / odio, que frecuentemente se ve llena de conflictos, insatisfacciones, violencia emocional y en muchos casos hasta física, explica Psychology Today. A pesar de estos conflictos, la pareja sigue participando en este tipo de dinámicas.
Al estar en una relación adictiva solo se piensa en el presente dejando a un lado el pasado o alimentando una fantasía de que el futuro será mejor. Esto ocurre por no querer reconocer que estamos siendo abusados, atacados y lastimados por una persona que dice amarnos. Entonces, descartamos e invalidamos nuestras propias experiencias solo para permanecer en esa relación adictiva y nada saludable.
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Las relaciones adictivas y el amor propio
El amor propio es la base de cualquier relación, es por eso que al no considerarnos nosotros primeros, podemos aceptar los malos tratos de terceros, pensando que se trata de una actitud normal y que en el fondo merecemos. Tanto la necesidad de dominar a una persona, como aceptar una posición sumisa en la relación proviene de una falta de amor como individuo.
Incluso la Psych Central, establece que cuando un individuo ha experimentado una relación disfuncional en la familia de origen, los objetos de amor podrían buscarse de manera inconsciente, con el objetivo de repetir estos mismos asuntos que fueron inconclusos en la infancia. No siempre tiene que ver con la figura materna o paterna: puede ser una relación que no resulta con cualquier miembro de la familia.
¿Cómo evitar este tipo de relaciones?
La manera de evitar las relaciones adictivas es dedicar tiempo suficiente para conocer a la pareja antes de involucrarse de manera íntima o románticamente. Cuando las personas vienen de hogares conflictivos, enamorarse al poco tiempo de conocer a una persona podría nublar la visión, arriesgándose a volver a experimentar patrones pocos saludables a nivel emocional.
De igual manera, es importante identificar y reflexionar sobre las fantasías intensas, como el pensar “esta persona puede hacerme feliz”. Al no conocer a la otra persona lo suficiente, se pueden proyectar todo tipo de deseos que se alejan de la realidad, por eso, lo recomendable es trabajar primero en nosotros mismos, con la ayuda de un profesional de ser necesario.
Pasos para salir de relaciones adictivas
- Toma consciencia de la situación haciendo trabajo interno, reflexionando y observando lo que realmente ocurre.
- Revisa tu autoestima, si se trata de un tipo de vacío emocional que tratas de llenar.
- Retoma aquellos objetivos que dejaste abandonados o enfócate en algo que siempre quisiste hacer, pero olvidaste por estar en una relación adictiva.
- Recuerda que tu salud emocional es la prioridad y siempre debes trabajarla.
- Abandona el juego dañino que una vez tuviste con tu pareja, aunque te pida regresar, niégate y busca ayuda si es necesario.
- Romper con la rutina y buscar nuevas actividades para realizar te ayuda a sanar más rápido.
- Deja de pensar que puedes cambiar a tu pareja, las personas solo lo hacen si realmente lo desean y trabajan en ello.
- Deshazte de los recuerdos que estén asociados a esa persona, especialmente los regalos.
Cualquier persona puede salir de una relación adictiva siempre y cuando se lo proponga. Lo importante es fortalecer tu autoestima y amor propio, recurriendo incluso a la ayuda de un experto que pueda darle las herramientas necesarias para que este tipo de patrones dañinos no se repitan al momento de encontrar una nueva pareja.
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