El agua que se distribuye en al menos la tercera parte Caracas está “fuera de norma”

EFE/ Rayner Peña/Archivo

A la intermitente presencia del agua en gran parte de Venezuela se le suma su baja calidad y la alarma de la aparición de enfermedades producto de la falta de mantenimiento y cuido que se hace del líquido por parte de las autoridades competentes.

La reciente investigación del diario estadounidense, The New York Times, de la mano de la Universidad Central de Venezuela- UCV, reflejó que el sistema de agua en el país está colapsado a raíz de 40 muestras tomadas en la capital.

José María De Viana, expresidente de Hidrocapital –la hidrólogica que surte a la Gran Caracas-, explica que el reportaje tiene bases sólidas con argumentos- análisis de expertos en calidad de agua y de ciudadanos encuestados.

Han conseguido la presencia de bacterias y que los niveles de cloro residual, que se usa para desinfectar el agua desde que sale desde su origen hasta las casas, es bajo.

La tercera parte de las muestras, un millón de personas en Caracas, tenia calidad de agua inaceptable y que “potencialmente podría generar problemas de salud”.

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El suelo urbano está contaminado por distintas razones, una de las fuentes de contaminación es aguas negras y tenemos que cuidar que el agua salga sin bacterias y lo mismo así durante su viaje.

Advirtió que los niños y ancianos son la parte de la población más propensa a captar enfermedades, aunque descartó que actualmente esté ocurriendo eso en la nación.

En entrevista con César Miguel Rondón, el experto comentó que desde que el presidente fallecido, Hugo Chávez tomó el poder en 1999, mostró su interés en hacerse con el control de empresas de servicios públicos, hecho que 20 años después se evidencia en la ineficacia del servicio.

“Hay un proceso de deterioro de las empresas que está asociado con un proyecto de poder político, en el cual los expertos son sustituidos por la obediencia, es más importante tener una achucha que tener talento”, lamentó.

De Viana remató con el dato de que, en este momento, los sistemas de agua producen la mitad de su capacidad de diseño, siete mil litros menos que hace años 20, situación que se presenta de igual forma en otras regiones.