Dentro de las tantas cosas extrañas que se han visto en los últimos días de pandemia y confinamiento, hay dos en el ámbito petrolero que destacan. Por una parte, tenemos como el precio del petróleo a futuro ha llegado a menos cero . Esto, por supuesto, tiene muy mal a las naciones que viven de este producto. Y ya que hablamos de ellas , viene entonces la segunda singularidad: un país con tradición de productor y procesador de petróleo como Venezuela se quedó sin gasolina.
Sobre el primer tópico ,Nicolás Maduro, aseguró este martes que el país está preparado para resistir la caída mundial de los precios del petróleo .”El petróleo venezolano llegó a 10 dólares, pero estamos preparados, nos hemos entrenado, y a Venezuela no la detiene ni petróleo a 10, ni a menos 10″, dijo el mandatario durante una alocución con parte de su equipo de Gobierno, desde el palacio presidencial en Caracas.
Cada vez menos producción
El informe de la OPEP de diciembre de 2019 precisa que la producción venezolana para diciembre se ubicó en 714.000 barriles diarios, 193.000 menos que los reportados por el Ejecutivo de Nicolás Maduro. Esto es equivalente a la producción que tenía esa nación en 1945.
Pero a ésto hay que sumarle el hecho de que las refinerías de esa nación están desmanteladas y prácticamente inoperativas. Se requiere mucha inversión para ponerlas a funcionar normalmente. El detalle está en que el gobierno no tiene recursos y nadie quiere prestarle por las sanciones impuestas por EEUU. Actualmente el país importa combustible, pero entre la falta de dinero y el temor a las sanciones para quien ayude al gobierno los proveedores son escasos. Venezuela se quedó sin gasolina suficiente para sus actividades productivas esenciales.
¿La consecuencia? Las largas colas que veíamos hace unos meses en el interior de ese país, ahora las vemos en Caracas. Una ciudad prácticamente vacía por la reclusión ante la pandemia del coronavirus, pero básicamente porque el combustible es un bien muy escaso.
Quizás la única aglomeración que vemos en las ciudades de esa nación son las largas filas en las estaciones de servicio de gente con sus vehículos para proveerse de combustible.
Hay que hacer notar que el control de la venta de gasolina lo ejercen los militares, quienes son los que deciden quienes se proveen del recurso y quienes no.
Ante esa situación ya se ve la venta no oficial del combustible con precios que puede llegar a tres dólares el litro.
Extienden licencia a Chevron pero les dicen “no produzcan”
Pero más allá de cómo y por qué Venezuela se quedó sin gasolina, hay otro tema: la licencia que reiteró el gobierno estadounidense a empresas de esa nación para que sigan operando en el país caribeño a pesar de las sanciones. Sin embargo, en el caso específico de Chevron significa un “quédate pero no produzcas crudo”.
El Gobierno de Estados Unidos extendió este martes 21 de abril hasta el próximo 1 de diciembre la autorización a cinco petroleras, entre las que se encuentra Chevron, para operar en Venezuela, pese a las sanciones a la compañía estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa). Sin embargo, esto lo que significa es que en el caso específico de Chevron lo que le permiten a esa empresa es que se quede en Venezuela cuidando sus activos pero le imposibilita producir y mercadear crudo.
El Departamento del Tesoro estadounidense informó en un comunicado de esta decisión, que afecta, aparte de a Chevron, a las compañías Halliburton, Schlumberger, Baker Hughes y Weatherford International.
Esta es la quinta vez que el Ejecutivo de EE.UU. emite una autorización de este tipo a esas empresas. La última fue en enero pasado y la extensión fue por tres meses, hasta este 22 de abril.
Esto seguramente será otra razón para que empeore el suministro de gasolina e Venezuela.
Hay temor al desabastecimiento
Muchos temen que el desabastecimiento impida la distribución de alimentos a supermercados o a la movilización de vehículos imprescindibles para el mínimo funcionamiento del país, mientras prolifera la venta ilegal de gasolina y las estampas de esperas interminables en las estaciones de servicio no suelen tener final feliz. En ocasiones, violento.
Ya lo decíamos . Este es un extraño caso de cómo un país petrolero como Venezuela se quedó sin gasolina.
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