A la crisis que viven los venezolanos por la hiperinflación, la delincuencia y la crisis social y política, se le suma el colapso de los servicios púbicos producto de la falta de mantenimiento, inversión y corrupción que ha dejado 20 años de chavismo en esa nación.
A casi un mes del peor apagón que afectó el funcionamiento regular de las actividades, otros cinco le han seguido, sin que aún se conozca la real afectación del sistema eléctrico nacional. El régimen de Nicolás Maduro culpó a un supuesto “ataque cibermagnético”, un francotirador con un fusil, un incendio y a Estados Unidos de lo que ocurre.
En ese sentido, las actividades escolares -entre otras- se han visto afectadas por la falta de agua en vista de que los sistemas de bombeo están afectados, en consecuencia, por la imposibilidad de corregir la falla de energía.
Los ciudadanos, desesperados por la ausencia del importante líquido, se han visto obligados a abastecerse de ríos, quebradas, cisternas y cualquier tubería de la cual emane una gota de agua.
En muchos de estos casos, el agua no es completamente limpia, por lo que las organizaciones no gubernamentales, expertos y médicos han alertado a la población de la urgencia de hervirla o de hacer uso exclusivamente para labores de limpieza en el hogar y no para consumo.