Una veintena de gobiernos se levantaron de sus sillas durante el inicio del discurso del canciller de Nicolás Maduro, Jorge Arreaza, en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
La acción fue coordinada previamente por los países del llamado Grupo de Lima, que han reconocido al presidente del Parlamento venezolano, Juan Guaidó, como presidente interino de Venezuela hasta que se celebren nuevas elecciones.
La Unión Europea se sumó a la protesta rebajando el nivel de su representación diplomática durante la intervención de Arreaza.
Las misiones diplomáticas de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay y Perú ante la ONU en Ginebra emitieron poco después un comunicado conjunto en el que explican que sus respectivos gobiernos no reconocen la legitimidad del actual mandato de Nicolás Maduro como presidente ni de sus representantes.
Países de otras regiones imitaron el gesto de los americanos y se pudo observar la salida de la sala de más de veinte delegaciones, que regresaron a la sala en la que se reúne el Consejo de Derechos Humanos (CDH) una vez que Arreaza acabó intervención y abandonó el recinto.
Arreaza no se inmutó y dijo que en la frontera con Colombia se observan “operaciones con bandera falsa detrás de las cuales está Estados Unidos”.
Criticó a Colombia “por prestar su territorio” para esas operaciones disfrazadas de ayuda humanitaria y con las que se pretende “preparar el camino para una intervención en Venezuela”.
Con información de EFE