El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció este viernes la flexibilización de la cuarentena que declaró en marzo contra el nuevo coronavirus, en un “experimento” para permitir que el domingo y el lunes los niños y ancianos puedan salir unas horas.
Este domingo se abrirá “una franja horaria” de las 09H00 a las 18H00 locales (13H00 a 22H00 GMT) para que niños de hasta 14 años rompan la cuarentena acompañados de un representante, informó Maduro.
Por su parte, el permiso para las personas mayores de 65 años será el lunes de las 10H00 a las 14H00 locales (14H00 a 18H00 GMT), agregó el líder chavista.
“Es un experimento (…) para que todas las comunidades a un kilómetro alrededor puedan caminar”, indicó el mandatario.
La medida excluye a la turística isla de Margarita (estado Nueva Esparta, noreste), donde se decretó un toque de queda nocturno por un brote de COVID-19 surgido en una academia de béisbol.
“En Nueva Esparta no se afloja la mano todavía”, apuntó Maduro.
Entre las medidas para contener el coronavirus en Venezuela, donde hay 318 casos confirmados y 10 fallecidos, el gobierno de Maduro suspendió actividades laborales; salvo sectores esenciales como alimentación o salud.
Desde el 16 de marzo; Caracas y seis estados acatan una cuarentena que se expandió al día siguiente a todo el país y que fuerzas de seguridad hacen cumplir en sectores populares.
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La pandemia llegó a una Venezuela con una economía reducida a la mitad en seis años de recesión y unos servicios públicos colapsados. La crisis en el país ha causado el éxodo de 4,9 millones de migrantes desde finales de 2015, según la ONU.
CONTROL DE PRECIOS DE ALIMENTOS
El gobierno de Maduro también anunció que supervisará los precios del principal fabricante de alimentos de Venezuela, Empresas Polar; en momentos en que los precios se han disparado durante la pandemia de COVID-19.
La vicepresidenta, Delcy Rodríguez, aseguró que la compañía, que produce entre otras cosas harina de maíz precocida que es la base de la alimentación de los venezolanos; será objeto de controles por haberse convertido en “marcadores referenciales especulativos”.
Asimismo, otras dos empresas de fabricación de embutidos y un matadero también serán supervisadas.
“¿Qué busca el mecanismo de venta supervisada? Justamente que se preserven y se respeten los precios acordados”, explicó Rodríguez; al indicar que el gobierno de Maduro se refiere a los precios fijados con controles estatales como “precios acordados”.
Por otra parte, el consorcio Coposa, fabricante de aceites de origen vegetal; será ocupado por “180 días prorrogables” para “garantizar la producción”.
Las medidas se anunciaron después de que Maduro advirtiera de una “guerra económica brutal” en Venezuela, que desde marzo acata una cuarentena para prevenir el avance de la COVID-19; de la cual solo sectores esenciales como la alimentación y la salud están excluidos.
Los precios de productos básicos se dispararon en las últimas semanas, provocando pequeños focos de protesta y saqueos en poblaciones del interior del país; que han dejado un fallecido.
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Los venezolanos sufren desde hace años una voraz inflación, que en marzo registró un índice interanual de 3.365%, según el Parlamento de mayoría opositora; que ofrece un informe inflacionario desde 2017 debido a la escasa disponibilidad de cifras oficiales.
Durante años Venezuela vivió una grave escasez de alimentos básicos; que especialistas vinculaban con un férreo control cambiario y con controles de precios.
En los últimos tiempos, con la flexibilización de esas restricciones por la falta de liquidez del gobierno; los anaqueles de supermercados y establecimientos de comida tuvieron una recuperación de la oferta.
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