José Gregorio Hernández es reconocido como beato por la Iglesia Católica

Este viernes la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) anunció oficialmente que el doctor venezolano José Gregorio Hernández será reconocido como beato por la Iglesia Católica.

A través de su cuenta en twitter, la CEV informó que el Papa Francisco autorizó el decreto de la Congregación para las Causas de los Santos, que incluye a José Gregorio Hernández como beato.

El Cardenal de la Arquidiócesis de Caracas, Baltazar Porras, celebró que “el primer laico, primer hombre y primer médico venezolano ingrese a los altares”; y aseguró que “debemos seguir las huellas” de José Gregorio.

Baltazar Porras estimó que la ceremonia de beatificación podría realizarse “si las condiciones lo permiten” en el primer trimestre del próximo año. Agregó que el proceso de exhumación de los restos, que reposan en la Iglesia de la Candelaria (centro de Caracas); se realizaría la segunda quincena de octubre; siempre y cuando “se levante el confinamiento”.

Los comentarios del Cardenal hacen referencia a que este jueves, cuando comenzó a correr el rumor de la beatificación, Nicolás Maduro intentó adjudicar el logro a sus gestiones con el Papa Francisco.

El proceso para declarar Santo a José Gregorio comenzó en 1949. El primer paso de este anhelado camino se concretó durante la visita del Papa Juan Pablo II a Venezuela en 1986, cuando lo declaró como venerable.

Este año, la comisión teológica de siete expertos del Vaticano aprobó por unanimidad el milagro de José Gregorio sobre la niña, Yaxury Solórzono; quien había recibido un impacto de bala en la cabeza y los médicos no pudieron explicar desde el punto de vista científico su “milagrosa” recuperación.

Además, ingresaron a la categoría de beatos el alemán Francisco María de la Cruz y la italiana María Laura Mainett.

A los 17 años, luego de concluir su bachillerato en filosofía viajó a Caracas para estudiar medicina. Finalizada la carrera se mudó a París para continuar con estudios de especialización.

Atendía a los pobres y en ocasiones no cobraba por las consultas a sus pacientes. Incluso, de ser necesario, compraba las medicinas que necesitaba el enfermo. Por esas acciones, y por su gran desempeño como médico, comenzó a considerarse como santo dentro de Venezuela.

José Gregorio Hernández murió el 29 de junio de 1919, al impactar su cabeza contra la acera luego de recibir el impacto de un auto.

A lo largo de los años, se le han atribuido diversos milagros, pero finalmente el realizado en la recuperación de la niña Yaxury Solórzano, fue reconocido por las autoridades del vaticano. A pesar de que los médicos advirtieron que la niña presentaría alguna discapacidad motriz, daños en la memoria y dificultad para ver; esta no presentó ninguna secuela gracias a la presunta intervención de José Gregorio Hernández.

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