La falta de agua causada por un mes de apagones en Venezuela empujó a los venezolanos a las calles para protestar contra Nicolás Maduro.
Este domingo, el régimen venezolano anunció otros 30 días de racionamiento eléctrico para corregir la falla que se generó el 7 de marzo en la principal central hidroeléctrica del país.
Efe fue testigo de varias detonaciones en la avenida Fuerzas Armadas de la capital venezolana, donde un centenar de manifestantes protestaron durante horas pidiendo el regreso de la energía y, con ello, del suministro de agua potable y de los servicios de telefonía e internet.
En el oeste, un territorio considerado bastión del chavismo gobernante, se produjeron desde la mañana numerosas concentraciones de ciudadanos que pedían la restitución del fluido eléctrico después de que anoche se registrara otro de los apagones nacionales que comenzaron el pasado lunes.
Las cercanías del palacio presidencial de Miraflores, custodiadas por decenas de agentes y tanquetas de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), fueron tomadas casi en su totalidad por una veintena de protestas en las que los vecinos cortaron las calles, armaron barricadas y corearon consignas antigubernamentales.
Colectivos de Maduro atacaron a disparos las diversas manifestaciones y generaron miedo y terror hacia las urbanizaciones donde los ciudadanos se acercaban a expresar su rechazo a lo que ocurre.
En estas manifestaciones los ciudadanos mostraron recipientes vacíos para denunciar que el agua no corre por las tuberías de sus hogares desde hace tres, cinco u ocho días.
Al grito de “no quiero cisterna, quiero agua de chorro”, la muchedumbre ahuyentó a los dos vehículos que llegaron a la zona para distribuir agua, y uno de ellos fue tomado por otro grupo de manifestantes que, unos metros más hacia el este, se abalanzó para llenar sus bidones.
El conductor de ese vehículo, que pidió conservar el anonimato, dijo a Efe que su destino inicial era el hospital Pérez Carreño pero que recibió una orden telefónica indicándole que se desviara hacia esa zona para intentar apaciguar las protestas.
El ministro de Salud de Maduro, Carlos Alvarado, indicó al canal estatal de televisión VTV que ha habido “algunas dificultades” con el suministro de agua en algunos hospitales que están siendo atendidas por el Ejecutivo dentro de un plan de contingencia.
Aseguró que áreas críticas de los centros sanitarios como las salas de emergencia, unidades de diálisis y quirófanos se han mantenido operativos.
El presidente encargado, Juan Guaidó, pidió a los venezolanos mostrar su rechazo a los apagones causadas, según él, por el “régimen usurpador” de Nicolás Maduro.
“Es el momento de protestar organizados, para así proteger a nuestros vecinos y proteger a nuestro país (…) ¡Que nadie se quede en su casa! La dictadura nos quiere apaciguados. No pudieron con la electricidad, ni con el agua y ni con la economía”, indicó Guaidó en la red social Twitter.
con información de EFE.