CARACAS.- El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, negó que los venezolanos que están refugiados en el estado fronterizo de Roraima vayan a ser devueltos a su país, pero aseguró que habrá un régimen de control para su ingreso.
“Ellos no son mercancía ni billetes para ser devueltos”, enfatizó el fin de semana Bolsonaro durante un encuentro con la prensa tras participar en los actos conmemorativos del septuagésimo tercero aniversario de la Brigada de Infantería Paracaidista en Río de Janeiro.
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El presidente electo aseguró que no dejará “a su suerte” a los venezolanos que están huyendo de la crisis económica, política y social de su país, pero insistió en que “también hay gente que no quieren en esa nación”.
Las autoridades brasileñas estiman que entre 700 y 800 venezolanos cruzan diariamente a la localidad de Pacaraima, único paso fronterizo entre Brasil y Venezuela, y uno de los municipios más pobres de Roraima.
Diversos episodios violentos se han producido entre la población local y los inmigrantes venezolanos, a quienes quemaron las tiendas de campaña donde dormían y sus objetos personales.
Esa tensión provocó que al menos 1.200 venezolanos decidieran regresar y que el Gobierno brasileño reforzara las medidas humanitarias ya puestas en marcha meses atrás y enviara un nuevo contingente de las Fuerzas Armadas para fortalecer la seguridad.
Desde 2017 han entrado a Brasil un total de 154.920 venezolanos vía terrestre por Pacaraima.
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Con información de EFE