El gobierno del presidente de EE.UU. Joe Biden, aseguró que no prevé establecer contacto directo con el mandatario de Venezuela Nicolás Maduro, quien ha pedido una mejora de las relaciones tras la tensión con la Casa Blanca de Donald Trump.
“Ciertamente no esperamos ningún contacto con Maduro en el corto plazo. Maduro es un dictador. Su represión, corrupción y mala gestión han generado una de las crisis humanitarias más espantosas que ha visto este hemisferio”, afirmó Ned Price, portavoz del Departamento de Estado.
Precisamente, Estados Unidos sigue reconociendo al líder opositor Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela y por lo tanto su principal interlocutor frente a la grave crisis que atraviesa el país en los últimos años.
“Estados Unidos sigue reconociendo la Asamblea Nacional de 2015 como la última institución democrática en Venezuela y, en consecuencia, a la persona elegida por la Asamblea Nacional como presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó”, manifestó Price.
La Asamblea Nacional de 2015 a la que hizo referencia el portavoz y que controlaba la oposición quedó disuelta tras las elecciones legislativas de diciembre pasado, ganadas por el oficialismo y a las que Guaidó no concurrió.
“Esperaría que nuestro diálogo sea con nuestros aliados y socios con ideas afines, así como con la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, como el líder elegido por esa Asamblea Nacional”, insistió el funcionario.
En ese sentido, el portavoz de la diplomacia estadounidense también explicó que el gobierno de Biden seguirá trabajando de la mano de la Organización de Estados Americanos (OEA) y del Grupo de Lima, que han liderado la oposición internacional en contra de Maduro.
Además, seguirá haciendo uso de las sanciones contra funcionarios venezolanos que considere implicados en actos de corrupción o de abusos a los derechos humanos.
Sin embargo, en medio de este pronunciamiento, el Departamento del Tesoro matizó unas sanciones impuestas por el Gobierno de Trump para permitir transacciones necesarias para operaciones ordinarias de puertos y aeropuertos venezolanos.
Transición democrática y pacífica
El gobierno de Biden también explicó que el objetivo es apoyar una transición pacífica del poder en Venezuela, país que en su momento fue una potencia petrolera pero que ahora vive una debacle económica agudizada desde la llegada al poder de Maduro en 2013.
“El objetivo primordial del gobierno Biden-Harris es apoyar una transición democrática y pacífica en Venezuela a través de elecciones presidenciales y parlamentarias libres y justas y ayudar al pueblo venezolano a reconstruir sus vidas y su país”, señaló el vocero del Departamento de Estado.
Precisamente, la ONU ha estimado que el gobierno de Maduro ha provocado la salida del país de más de 5,4 millones de personas.
“En cuanto a cómo vamos a hacer eso, ciertamente no espero que esta administración dialogue directamente con Maduro”, apuntó Price al resaltar que la diplomacia del país buscará trabajar con los aliados en la región y en Europa para promover un transición pacífica y “no directamente con el régimen”.
Ver más: La gran incertidumbre de Venezuela para acceder a las vacunas del coronavirus
Maduro, quien rompió relaciones con Washington hace dos años, se declaró días atrás dispuesto a “pasar la página” y establecer “un nuevo camino” con el gobierno de Biden “sobre la base del respeto mutuo, el diálogo, la comunicación y el entendimiento”.
En enero de 2019, Trump declaró a Maduro ilegítimo y dijo que debía irse, un planteo respaldado por más de medio centenar de países, la mayoría latinoamericanos y europeos.
A pesar de la fuerte presión diplomática y una batería de sanciones de Estados Unidos, Maduro ha permanecido en el poder con apoyo de los militares, así como de países como Rusia, China, Cuba e Irán, pero había mucha expectativa por la llegada de Joe Biden al poder y su estrategia frente a Venezuela.
Oposición presentará sus planes a Biden
La oposición venezolana encabezada por Juan Guaidó planea presentar al gobierno de Joe Biden, su plan para Venezuela en una gira internacional que podría incluir también el Reino Unido.
Así lo confirmó, el comisionado presidencial para las relaciones exteriores, Julio Borges, quien fue nombrado por el dirigente opositor venezolano para establecer un contacto directo con el nuevo gobierno de Estados Unidos y buscar una salida a la crisis de Venezuela.
“Deberíamos ir en unas semanas, dos o tres semanas, una delegación a Estados Unidos, y queremos ir a Europa también a mostrar cuál es nuestro plan de vuelo para lograr consolidar un cambio político y democrático en Venezuela”, afirmó Borges desde Colombia.
De acuerdo con el comisionado, este grupo de representantes no estaría en principio liderado por Guaidó, ya que para el líder “cada segundo es más difícil salir del país”, pero resaltó que su papel como interlocutor del movimiento opositor “es insustituible”.
“Lo que se está construyendo es una delegación que sea representativa de ese gran movimiento político y social que estamos reordenando en Venezuela”, manifestó el político.
Borges también aseguró que espera que Londres pueda hacer de “puente” entre Washington y Bruselas para formar “una coalición internacional” contra el Gobierno del presidente Nicolás Maduro, ya que el Reino Unido, a diferencia de la Unión Europea, mantiene su apoyo a Guaidó como presidente interino de Venezuela.
“Ahora que el Reino Unido está fuera de Europa, yo siento que puede cumplir un papel estelar, porque se convierte en una especie de bisagra entre EE.UU. y la UE, y puede jugar un papel importante y lograr articular cuál es la agenda de Venezuela frente a esos dos actores tan importantes”, indicó.
Migrantes
El gobierno de Biden ha explicado que está comprometido con otorgar el Estatus de Protección Temporal (TPS en inglés) a los ciudadanos de Venezuela que se encuentren en Estados Unidos por la crisis en su país, lo cual les permitirá residir y trabajar legalmente.
Al menos 200.000 venezolanos viven en Estados Unidos bajo amenaza de detención y deportación, según estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso.
A pesar de su retórica belicosa hacia Maduro y sus insinuaciones de una posible intervención militar para forzar su salida, Trump fue reacio a conceder este estatuto migratorio a los venezolanos, temiendo que se volviera un camino a la ciudadanía para muchos indocumentados.
Sin embargo, horas antes de dejar la Casa Blanca, Trump les otorgó por 18 meses el beneficio de la Salida Forzosa Diferida (DED, en inglés), un gesto visto como un regalo de último minuto al electorado de origen venezolano de Florida que le ayudó a ganar ese crucial estado en las presidenciales de noviembre.
Lo cierto es que Joe Biden prometió durante la campaña electoral otorgarles el TPS a los venezolanos, acusando a Trump de fallarles y deportarlos “sin piedad” por lo que se espera que la política migratoria sea más favorable a los venezolanos que han huido de la crisis en el país.
Infórmate minuto a minuto sobre esta y otras noticias del mundo en nuestras redes sociales