Los problemas de abastecimiento de semiconductores en la industria tecnológica han generado preocupación sobre los efectos que podría tener en la producción de celulares inteligentes, videoconsolas, automóviles y otros productos y dispositivos tecnológicos a nivel mundial.
Estos dispositivos se han convertido en un elemento fundamental para la humanidad a la hora de fabricar los elementos tecnológicos que utilizamos habitualmente, por lo que varias compañías han encendido las alarmas frente a un empeoramiento de este problema.
¿Qué son los semiconductores?
Los semiconductores son materiales, como el silicio, con los que se fabrican los compuestos electrónicos de cientos de dispositivos. Por ejemplo, los chips que permiten a los dispositivos obtener, procesar o almacenar datos.
Estos compuestos son indispensables para sectores enteros de la industria mundial y están integrados en muchos objetos cotidianos: dispositivos electrónicos o conectados como teléfonos inteligentes, ordenadores o videoconsolas, autos, aviones, redes informáticas, etc.
“Los componentes más avanzados miden entre 5 y 7 nanómetros”, explicó Jean-Christophe Eloy, director general de Yole Développement, empresa especializada en semiconductores.
¿Quién los fabrica?
La profesora de Economía de la escuela de comercio EM Normandie en Francia, Mathilde Aubry, explicó que como se trata “de un sector que pide muchas inversiones, las empresas escogieron en ocasiones especializarse” en la investigación o en la producción a “escala nacional”.
Los principales fabricantes se encuentran en Taiwán (TSMC) y en Corea del Norte (Samsung y SK Hynix). Estados Unidos cuenta con otro importante actor del sector como la compañía Intel.
Por su parte, Europa apostó por la investigación y dispone de pocas capacidades de producción de estos semiconductores lo cual tendría una mayor afectación en el sector automotriz.
¿A quiénes afecta la escasez?
Los expertos han pronosticado que los sectores de comunicaciones son los que mayormente se ven afectados debido a la alta demanda de dispositivos tecnológicos como celulares y computadores.
“Los sectores que más semiconductores consumen fueron los primeros afectados”, indicó Aubry en referencia a los equipos de comunicaciones (internet, ordenadores, celulares).
La falta de algunos chips también se cita como motivo de las dificultades para obtener la nueva PlayStation 5 de Sony y la última Xbox de Microsoft.
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Sin embargo, el sector del automóvil es la víctima más visible con la producción, por ejemplo, bloqueada en una fábrica francesa de Stellantis y ralentizada en plantas de General Motors y Ford en Estados Unidos.
A nivel mundial, la escasez de semiconductores debería “reducir el volumen de producción alrededor de un 2% este año” en el sector automovilístico mundial, estima en una nota Matthias Heck, analista de Moody’s.
Algunos fabricantes de electrodomésticos también están empezando a sentir dificultades de suministro de estos elementos para su productos por lo que el mercado ha estado mirando este escenario con incertidumbre.
¿Por qué se presenta la escasez?
Los fabricantes de chips se han enfrentado a un aumento repentino de la demanda de productos electrónicos a nivel mundial. Los ordenadores y las videoconsolas tienen una gran demanda en el contexto de la pandemia de COVID-19, la cual impulsó el teletrabajo y el entretenimiento en casa.
Sin embargo, el mercado de semiconductores ya estaba bajo presión por la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Algunos actores, como el gigante Huawei, acumularon el año pasado existencias para limitar los efectos de las sanciones.
“Esta ‘sobredemanda’ debería ceder en seis o nueve meses, ya que deberíamos volver a un actividad más normal a nivel de los automóviles, ordenadores, etc. Pero sólo remitirá, no desaparecerá”, advierte Jean-Christophe Eloy.
¿Qué esperan los fabricantes?
Frente a la explosión de la demanda, los grandes fabricantes han anunciado una serie de inversiones para aumentar su capacidad de producción. Por ejemplo, Intel invertirá 20.000 millones de dólares y TSMC, 100.000 millones.
“Pero como se necesitan entre dos y cuatro años para crear una nueva planta de producción de semiconductores, las nuevas capacidades de producción estarán en el mercado en 2023-2024”, señala Eloy.
En ese sentido, para garantizar su soberanía tecnológica frente a China y Estados Unidos, la Unión Europea (UE) espera por su parte producir el 20% de los semiconductores en el mundo para 2030, el doble que tiene actualmente y evitar otro escenario de escasez de semiconductores.
La Casa Blanca también quiere estudiar cómo reforzar la fabricación de semiconductores en Estados Unidos durante una cumbre virtual con dirigentes de las empresas afectadas por la escasez ya que estos dispositivos han demostrado ser fundamentales en los avances tecnológicos que está teniendo el planeta y su futuro puede ser crucial para las potencias y las compañías tecnológicas.
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