Somos ‘ciegos’ cientos de veces al día y esta es la razón por la que no lo notamos

¿Qué pasaría si te dijeran que durante al menos 40 minutos del día eres ciego y no te das cuenta? ¿Lo creerías o necesitarías un experimento que lo compruebe?

Si tu respuesta fue que necesitas una prueba científica que te lo demuestre un equipo de investigadores de la Universidad de Trento, en Italia, se ha dado a la tarea de explicar por qué ocurre esto.

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Tras adelantar un estudio con hombres entre 22 y 38 años, los investigadores concluyeron que el cerebro humano es capaz de apagar la vista por unos 50 nanosegundos durante los movimientos oculares rápidos y a partir de allí inicia una edición visual que dura muy poco tiempo.

Para entender un poco mejor lo anterior te lo explicamos con este ejemplo: cada vez que nos movemos a gran velocidad por la calle los objetos a nuestro alrededor empiezan a difuminarse o ponerse borrosos (carros, edificios, personas). Si nuestros ojos funcionaran de la misma forma deberíamos (en teoría) ver borroso cada vez que hacemos un movimiento ocular rápido, pero no es así.

El cerebro humano ha evolucionado a tal punto que evita el desenfoque constante durante los movimientos sacádicos (cuando el ojo se mueve rápidamente) y, sin que nos percatemos, elimina la información de lo que vemos y la reemplaza de inmediato por la nueva imagen en la que estamos enfocados.

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Mientras borra la información y la reemplaza el cerebro humano apaga la vista 50 nanosegundos, que podrían resultar insignificantes si no fuera porque miles de veces al día realizamos movimientos rápidos oculares que equivaldrían a estar ciegos durante al menos 40 minutos al día.

El ‘enmascaramiento’, como también es descrito el fenómeno, no nos hace perder la imagen principal que estamos enfocando pero si algunos detalles que, aunque imperceptibles, podrían agregarle otro sentido a la visión (destellos de luz, insectos volando, etc.).

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