Un grupo de científicos lograron que la Máquina Z, considerada la fuente de radiación más potente del planeta, alcanzó por una fracción de segundo una temperatura de más de 2.3 millones de grados centígrados similar a los niveles que registra el Sol.
Esta hazaña se logró en el Laboratorio Nacional Sandia, en Nuevo México (EEUU), donde un grupo de científicos consiguió que esta máquina diseñada para el estudio del universo alcanzará estos niveles de temperatura en aproximadamente tres a cinco billonésimas de segundo.
“Comprimimos la energía tanto en el espacio como en el tiempo para producir una intensidad extraordinaria y así calentar pequeñas muestras de hierro en condiciones extremas durante un tiempo muy corto”, explicó Taisuke Nagayama, astrofísico del laboratorio.
De acuerdo con el científico, esta prueba contribuirá a la investigación del universo desde varios frentes y también ayudará a estudiar el comportamiento del Sol, el de otras estrellas y planetas, así como los agujeros negros.
El procedimiento
Los científicos explicaron que en el experimento fueron expuestas unas pequeñas muestras de hierro a la energía producida por la Máquina Z, evidenciando el papel que en el bloqueo de energía juegan los átomos de hierro que flotan libremente.
Los investigadores creen que el efecto de bloqueo, llamado opacidad, es la resistencia natural de un elemento a la energía que pasa a través de él, similar a la resistencia de una ventana opaca al paso de la luz.
“Nuestra investigación verifica uno de los ingredientes clave para comprender el Universo, es decir la opacidad, evita que una cantidad de energía pase a través de cada elemento. La opacidad calculada nunca se había probado hasta ahora y debido a esta incertidumbre se encontraban discrepancias entre la observación y la predicción modelada”, indicó Nagayama.
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Por su parte, el también físico del laboratorio Brent Jones indicó que esta máquina empezó a operar en 1985 y está diseñada para comprimir energía en el tiempo y el espacio con el fin de crear condiciones extremas en el laboratorio.
“La máquina Z se creó para producir fusión nuclear en el laboratorio, estudiar cómo se comportan los sistemas y materiales en entornos de rayos X intensos, y medir las propiedades de los materiales a presiones muy altas”, señaló Jones.
En ese sentido, unos condensadores se cargaron durante 90 segundos de energía eléctrica de la red y la máquina disparó esta energía hacia el centro comprimiéndola y creando una materia de alta densidad de energía (HED) que puede ser más caliente que el sol, producir los pulsos de rayos X más brillantes o crear presiones equivalentes a los núcleos de los planetas gigantes.
Finalmente, el científico también explicó que el campo de investigación de HED tiene unos vínculos tanto con la astrofísica como con el programa del Departamento de Energía de Estados Unidos y estos experimentos se llevan a cabo en colaboración con varias universidades.
“El material a presiones y temperaturas extremas, que son accesibles por la Maquina Z, es similar a lo que sucede dentro de las estrellas y los agujeros negros circundantes”, destacó Jones.