En el mundo salvaje no es común ver la amistad que se puede generar entre algunas especies en medio de su gran lucha por sobrevivir.
Para nadie es un secreto que la pirámide alimenticia muy pocas veces perdona cuando estamos hablando de animales en esta condición salvaje, en donde predomina el que sea el más fuerte, hábil e inteligente para poder suplir sus necesidades de alimentación.
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Un caso inusual fue registrado por el fotógrafo Lassi Rautiainen en los bosques salvajes de Finlandia, en donde con su lente pudo registrar la amistad forjada entre un oso negro y una loba gris.
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Aunque estos animales tienen su destino marcado por ser cazadores, las fotografías reflejaron que por más dura que esté la situación puede haber un espacio para construir una amistad que para muchos es imposible.
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Estos amigos fueron vistos por el fotógrafo durante más de una semana en la que estuvieron reuniéndose para cenar y compartir.
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En las fotos también se pudo ver que estos dos amigos sacaban tiempo para jugar a pesar de la condiciones físicas de cada uno.
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La historia no deja de ser un impresionante ejemplo de cómo la naturaleza nos da lecciones de que se pueden establecer vínculos que para muchos son imposibles.
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América Digital
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