La historia de los perros radiactivos de Chernobyl

La tragedia nuclear de Chernobyl ha vuelto a estar en el centro de atención por estos días por cuenta de la serie de HBO que lleva el mismo nombre y que hace una recopilación de lo que sucedió el 26 de abril de 1986.

Este desastre conllevó a que miles de personas tuvieran que ser evacuadas por la radiación que vino tras la explosión de uno de los reactores de la central nuclear ubicada al norte de Ucrania.

En medio de este escenario, miles de mascotas fueron abandonadas por los habitantes de la ciudad mientras eran evacuados por las autoridades por cuenta de la radiación.

Tiempo después de la emergencia, soldados del ejército soviético fueron enviados a la zona para disparar y matar a los animales que habían quedado, sin embargo, fue imposible sacrificarlos a todos debido a que muchos se dispersaron en la área de contingencia establecida en un radio de 30 kilómetros.

Un tema que ha sorprendido, tres décadas después, es la presencia de perros en la desolada Chernobyl, los cuales serían descendientes de los animales que fueron dejados a su suerte en aquel entonces y que hoy deambulan cerca de la central nuclear.

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Hace unos años, varias organizaciones, como la Fundación Clean Futures (CFF), llegaron a la zona para brindarles alimentación y atención médica a estos perros, debido a que se encuentran desnutridos y muchos presentan signos de rabia por el contacto que han tenido con animales salvajes.

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Otro de los problemas es que decenas de perros siguen naciendo y muchos de ellos podrían ser de cruces de estos caninos con algunos lobos que habitan los bosques de la zona.

Aunque la vida no es fácil para los perros de Chernobyl, han logrado sobrevivir a los duros inviernos ucranianos sin un refugio y con altos niveles de radiación en su pelaje, lo cual ha generado preocupación porque representa un riesgo para las personas que interactúan con ellos.

De acuerdo con la fundación CFF, los trabajadores en la zona han adoptado a los perros y llevan comida para alimentarlos, pero el número de animales es tan grande que se ha convertido en un problema mayor.

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Otro de los aspectos que se han evidenciado en la zona es que muchos de estos animales son relativamente jóvenes y no superan los cinco años de edad debido a los niveles de radiación y la exposición a las fuertes condiciones climáticas de la zona.

En medio de este desolador panorama ha surgido una campaña con el objetivo de que estos perros sean adoptados en Ucrania o América del Norte luego de un complejo proceso de descontaminación de la radiación.

El proceso viene siendo liderado por la organización Global Animal Rescue (SPCA) y la Fundación Clean Futures con el objetivo de brindar una segunda oportunidad a los cientos de perros que deambulan en Chernobyl.

La campaña contempla esterilizar, castrar y vacunar a la mayor cantidad de perros que están en la zona con el objetivo de detener su reproducción. Además, se vienen seleccionando a unos perros para realizar todo un complejo proceso de desinfección radiactiva para que puedan ser adoptados y no representen ningún riesgo para las familias.

América Digital

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