La robótica ha ido un paso más allá en su afán de crear prototipos similares a los seres humanos. ‘Ibuki’, el robot niño, fue presentado hace pocos días por el japonés Hiroshi Ishiguro, su desarrollador.
El androide, que tiene un aspecto similar al de un niño de 10 años, cuenta con la capacidad de parpadear, hacer movimientos leves con la cabeza, reconocer voces y lo más asombroso: tiene rasgos muy reales y movimientos que imitan casi a la perfección los desplazamientos humanos.
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YouTube/ibuki-A child like Android
Ishiguro, su desarrollador, es director del Laboratorio de Robótica Inteligente de la Universidad de Wakayama y asegura que Ibuki es el primero de sus robots que tiene una “infraestructura inteligente de robots”. ¿Qué quiere decir? Que el androide basa sus movimientos en la interacción e intenta establecer comunicación no verbal mediante un sistema artificial.
Aunque Ibuki no tiene emociones propias, su desarrollo recuerda la película Inteligencia Artificial (2001), donde los niños robots del ‘futuro’ eran capaces de tener sentimientos propios. La creación de Ishiguro tiene ‘ruedas de oruga’ que imitan el caminar de un niño, sin necesidad de las piernas.
El proyecto cuenta además con un innovador sistema de reconocimiento facial que es capaz de reaccionar con una sonrisa u otro gesto ante la presencia de las personas, e incluso puede identificarlas.
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“Desarrollar robots sociales autónomos que puedan comunicarse con múltiples seres humanos a través de diversos medios de comunicación”, fue el principal objetivo con Ibuki.
En el pasado, Ishiguro ya había presentado androides que eran réplicas de humanos (con piel de silicona y pelucas) y uno de ellos era exactamente igual al japonés. Se espera que el desarrollador intente añadir a su próxima creación la capacidad de desarrollar deseo y voluntad, un atributo por el que había mostrado interés hace dos años.
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