‘Mr. Toilet’: el surcoreano que convirtió su casa en un inodoro gigante (y murió en él)

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Sim Jae-duck nació en Corea del Sur en un lugar que para muchos definió su pasión a lo largo de su vida: junto a un inodoro.

Su abuela materna estaba convencida de que las personas que nacían en los baños tenían una vida larga, próspera y llena de éxitos, por lo que convenció a su hija de que diera a luz a Sim en ese lugar. 

A partir de allí, el hombre tuvo un futuro marcado por sanitarios (sí, aunque suene insólito). Jae-duck era alcalde de Suwon, una ciudad localizada a menos de 30 kilómetros del sur de Seúl, cuando se anunció la celebración del Mundial de fútbol de 2002 en Corea del Sur (junto a Japón).

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Con el objetivo de promocionar la ciudad y acoger al mayor número de visitantes, Sim ofreció un plan a los turistas que les ofrecía la posibilidad de alojarse en las casas de los residentes de Suwon y vivir de cerca su cultura. En conjunto con este plan, el mandatario local ideó una campaña para mejorar los baños públicos y fue con esa curiosa jugada que nació su apodo: ‘Mr. Toilet’.

Jae-duck no solo instaló cerca de 800 baños públicos en toda la ciudad sino que ofrecía una experiencia realmente relajante a quienes ingresaran a los baños, incluyendo aire perfumado y hasta música clásica de fondo. Algunos baños fueron instalados por el gobierno y otros por empresas privadas surcoreanas.

Pero la cruzada de Sim no se quedó allí: los baños públicos instalados cerca de los estadios mundialistas tenían forma de balón de fútbol e incluso fueron designados como ‘atracciones turísticas’. En 1999 se convirtió en el fundador-presidente de la ‘Korean Toilet Association’.

El objetivo principal de Sim con esta organización era modificar los inodoros tradicionales por los ‘occidentales’ en Corea del Sur. Fue tal su obsesión con los sanitarios que en 2006 creó su Asociación Mundial del Aseo y años más tarde, ‘Mr. Toilet’ demolió su casa y construyó una con forma de retrete gigante.

La ‘Mr. Toilet House’ costó cerca de 2 millones de dólares, tenía cuatro inodoros (uno de ellos transparente de piso a techo), paneles solares y tanques aéreos para almacenar agua de lluvia.

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“Los baños son fundamentales para la vida de las personas, y un lugar para resolver las preocupaciones”, era una de las consignas del hombre, quien falleció en 2009 en su curiosa vivienda, tras sufrir de cáncer de próstata. Actualmente la ‘Mr. Toilet House’ funciona como museo y a su alrededor se instaló un parque sobre el mundo de los inodoros.