Servir al Ejército de los Estados Unidos es uno de los mayores honores para sus ciudadanos, pero separarse de la familia y seres queridos representa un gran sacrificio, razón por la que regresar merece ser todo un acontecimiento.
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Brandon Covey regresó a su país luego de medio año de servicio en Corea del Sur y aprovechó un partido de básquetbol entre los Kings y los Phoenix Suns para darle una sorpresa a su madre.
Con la ayuda de los organizadores del partido, Vanesa Ibarra fue llamada a bajar a la cancha de juego durante el medio tiempo para participar de un show de animadores en el que debía permanecer con los ojos vendados, mientras estos hacían ‘peligrosos lanzamientos’. Ella no sospechaba nada de lo que estaba a punto de ocurrir.
En medio de la presentación, el narrador dijo: “¡Espera un momento, él no está en el equipo de las clavadas!”, desconcertando a la mujer, que permaneció inmóvil sin saber que está sucediendo, pero a los segundos alguien le descubrió los ojos.
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Para su sorpresa a quien tenía ante sus ojos era a su hijo. Ambos se dieron un fuerte abrazo en medio de la emoción y ante los aplausos y gritos del público.
Brandon sirvió durante ese tiempo como capitán de tripulación de un helicóptero militar Black Hawk y una vez le avisaron sobre su regreso inició los planes para sorprender a su madre, el cual fue todo un éxito.
Mira aquí el gran momento:
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Con 17 años estudiará una maestría en enseñanza de las matemáticas. https://t.co/vLQQfDotNy
— América Digital (@AmericaDigital) 7 de febrero de 2019