Al pasar de los años, las dinámicas van cambiando, y con ellos los trabajos; algunos van apareciendo mientras que otros se transforman e incluso terminan por desparecer a causa de los avances tecnológicos.
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Quizá algunos de los que aquí verás te parezcan descabellados, pero se llevaban a cabo de acuerdo a las necesidades que tenían las sociedades según la época.
Farolero
Antes de que existieran los postes de luz eléctrica, había un encargado de encender los faroles de las calles. Cuando caía la penumbra en las ciudades o pueblos la persona que realizaba esta actividad utilizaba un largo palo para encender o apagar los faroles.
‘Pinsetter’ o colocador de pinos
Este es uno de esos trabajos que la tecnología hizo desaparecer, puesto que antes existía la vacante para quienes optaban por trabajar en boliches. Su trabajo consistía en colocar ordenadamente los pinos para los jugadores.
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Despertador humano
Al igual que los faroleros, los despertadores humanos también laboraban en las calles de la ciudad, con palos largos y piedras, golpeaban la ventana de quienes iban a despertar.
Aunque a mediados del siglo XIX la gente se despertaba con el cantar los gallos o la salida del sol, esta labor surgió cuando las personas empezaron a trabajar en fábricas con horarios diferentes.
Ahora bien, la gran pregunta es: ¿Quién los despertaba a ellos?
Cortador de hielo
Hoy en día es muy sencillo abrir el refrigerador y poner a congelar los alimentos; sin embargo, esto no siempre fue así. Cuando no existía el electrodoméstico, personas tenían que ir a lagos congelados y cortar láminas o bloques con un tipo de sierra grande. Una labor algo riesgosa.
Esta actividad se realizaba con el fin de que las personas guardaran dichos bloques en bodegas y así sus alimentos no se echaran a perder.
Aguador
En aquellos lugares en los que el abastecimiento de agua no llegaba a todos los hogares, aparecían estos ‘héroes sin capa’, pero con caballos y carroza, en las que llevaban grandes cantaros que llenaban con este líquido las fuentes municipales para después venderla en las casas.
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Radar para aviones enemigos
Muchos gobiernos del mundo se encontraban en la difícil tarea de hallar la manera para detectar a los aviones de los países enemigos que rondaran cerca.
Es por esto, que algunos soldados colocaban sus orejas ante un par de ‘audífonos gigantes’ que amplificaban el sonido y permitían captar a las aeronaves invasoras.
Desenterradores de cadáveres
El trabajo que le hubiera hecho erizar al cualquiera, pues quienes desempañaban esta labor, ilegal por cierto, tenían que excavar y sacar los cuerpos de sus tumbas, para ser llevados por lo general a universidades, en las que eran usados para estudios.
Estos trabajadores clandestinos a veces corrían con la mala suerte de que los familiares de los muertos hacían guardia en la tumba durante semanas, hasta que el cuerpo no sirviera para investigaciones.
Cazador de ratas
En los tiempos en los que Europa tenía graves problemas de infestación masiva de ratas, surgió este empleo en el cual las personas simplemente se dedicaban a atrapar a los roedores. Aunque para esta labor se corría el riesgo de contraer las enfermedades que los animales portaban.
Operadores de llamadas
Muchas personas en las compañías telefónicas se encargaban de buscar entre cientos de interruptores el número al que estabas marcando y después conectar el cable hasta tu terminal. De esta manera era que se enlazaban las llamadas, demasiado manual, ¿no crees?
Lector oficial de fábrica
Contratados por las mismas fábricas, estos personajes se encargaban de leer las noticias, artículos e historias o cantarle a los empleados, mientras estos últimos cumplían con su labor en la empresa. Se podría decir que esta era el entretenimiento dentro del ámbito laboral para las industrias.
¿Te hubiera gustado pertenecer a esos tiempos? O, mejor aún, ¿te hubiera gustado realizar algunos de estos trabajos?
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