La Fundación Charles Darwin reveló que el aumento de la expectativa de vida del pingüino de Galápagos, una especie endémica, abre una esperanza de recuperar su población amenazada principalmente por el cambio climático.
La fundación, que colabora en la conservación del Parque Nacional Galápagos, divulgó el hallazgo de un ejemplar hembra de Spheniscus mendiculus, de 17,7 años, y de otros de entre 12 y 14 años, que refutaron la creencia de que estos animales solo vivían un poco más de una década.
“Antes pensábamos que vivían once años, pero, por ejemplo, estos récords de 17 años nos dan una mejor proyección de que tienen más años para reproducirse”, señaló Gustavo Jiménez, investigador de la fundación y quien lidera un monitoreo de aves marinas en conjunto con el Parque Nacional Galápagos.
Una mayor expectativa de vida del pingüino de Galápagos es “un factor positivo, más aún cuando vemos que amenazas están afectando a las especies, como el cambio climático, que hace que llegue a las islas más frecuente y más fuerte el fenómeno de El Niño”, señaló el investigador.
Aunque el cambio climático “no da oportunidad” a los pingüinos para recuperar el tamaño de su población en el tiempo, Jiménez se mostró optimista al considerar que si una de estas aves ha llegado a la adultez enfrentando la adversidad, esta “puede sobrevivir y tendría una opción más para seguir con su etapa reproductiva los siguientes años”.
Spheniscus mendiculus, el tercer pingüino más pequeño del mundo, también enfrenta amenazas como la presencia de especies invasoras (ratas y gatos) que se alimentan de sus pichones, patógenos, parásitos y contaminación con metales pesados que afectan su salud y redes de pesca donde quedan atrapados.
Los pingüinos de Galápagos, que alcanzan unos 52 centímetros de altura y 2,5 kilogramos, son los únicos que habitan en zonas tropicales que están por encima de la línea ecuatorial.
Sin embargo, debido a que su población se ha reducido se le considera una especie en peligro.
Los investigadores estiman que unos 1.800 pingüinos viven en Galápagos, un archipiélago que toma el nombre de las tortugas gigantes que lo habitan y que sirvió al naturalista inglés Charles Darwin para desarrollar la teoría sobre la evolución de las especies.
“Si comparamos con los años 70′ la población continúa siendo baja (…) Antes había hasta 4.000 individuos”, explicó Jiménez.
Finalmente, el investigador indicó que en 1982 y 1997 el fenómeno de El Niño tuvo un “impacto muy brusco” en la población del pingüinos de Galápagos afectando el número de individuos.