La diabetes, presión arterial alta y enfermedades del corazón y los riñones, además de múltiples padecimientos mentales, son algunas de las patologías causadas por el racismo. ¿Cómo es esto posible?
La Asociación Americana de Medicina (AMA por sus siglas en inglés) declaró el racismo como una amenaza a la salud pública.
La Asociación estableció que la raza ha sido determinante en las viviendas a las que tienen acceso las personas, la contaminación a la que están expuestos, la comida que ingieren, el estrés que padecen, entre muchos otros factores que causan directamente estos padecimientos.
“La AMA reconoce que el racismo impacta negativamente y exacerba las inequidades entre las comunidades históricamente marginadas. Sin un cambio estructural y sistémico, la desigualdad en la salud continuará existiendo y sufrirá la salud de la nación en su conjunto”, expresó la organización en un comunicado público.
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El racismo en Estados Unidos se extiende no solo a los afroamericanos, aunque sea ese el grupo más representativo. De acuerdo a Medical News Today, el racismo también ha impactado en forma negativa la calidad de vida de personas con orígenes asiáticos y latinos.
Estos grupos étnicos tienen condiciones de vida, vivienda, nutrición y acceso al sistema de salud inferiores a los de sus pares blancos.
Como ejemplo, informan que los afroamericanos tienen la mayor incidencia de hipertensión que cualquier otro grupo y que a menudo se falla en el tratamiento de sus enfermedades y dolor por sesgos como la creencia generalizada de que “la gente negra tiene la piel más gruesa”, según cita Medical News.
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Al racismo también se le asocia como la causa directa de desorden de estrés postraumático, ansiedad, depresión y pensamientos suicidas.
De acuerdo a la AMA, la declaración del racismo como amenaza pública es un paso en el camino de desmontar las estructuras que lo hacen posible, generar reconciliación y mejorar la salud en el país.
