El grupo farmacéutico estadounidense Eli Lilly informó que buscará recibir una autorización para que su fármaco contra la diabetes pueda ser comercializado también como un medicamento para bajar de peso, luego de que un arrojara resultados prometedores en un ensayo clínico.
La compañía hizo un estudio durante 72 semanas con más de 900 participantes obesos o con sobrepeso que habían sido diagnosticados con diabetes tipo 2.
De esta forma, durante el ensayo usó su medicamento tirzepatida (Mounjaro) para determinar los efectos que podría tener en la reducción del peso de estas personas.
Este medicamento fue aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) para tratar la diabetes tipo 2 con una inyección semanal.
“Mounjaro es un medicamento inyectable para adultos con diabetes tipo 2 que se usa junto con dieta y ejercicio para mejorar el azúcar en la sangre (glucosa)”, indicó Eli Lilly.
La compañía farmacéutica indicó que los participantes del estudio perdieron en promedio un 15.7 % (15.6 kilos) de su peso corporal luego de recibir una dosis alta de tirzepatida durante varias semanas.
Sin embargo, las personas registraron algunos efectos secundarios como náuseas, diarrea y algunos problemas gastrointestinales leves.
De hecho, la compañía ya había realizado un ensayo clínico en 2021 con personas obesas y con sobrepeso que no tenían diabetes; el cual arrojó una pérdida de peso cercana al 21 %.
“La obesidad es una enfermedad difícil de manejar, y es aún más difícil para las personas que viven con diabetes tipo 2. El grado de reducción de peso promedio observado no se había logrado previamente en ensayos de fase 3”, indicó Dijojeff Emmick, vicepresidente senior de desarrollo de productos de Lilly.
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A pesar de esto, la compañía espera seguir realizando análisis pero consideró que estos resultados allanan el camino para que su fármaco pueda ser usado específicamente en pacientes con problemas de obesidad.
De ser aprobado para la pérdida de peso, el tirzepatide podría ser el medicamento más eficaz hasta la fecha en un conjunto de drogas que están transformando el tratamiento contra el sobrepeso.
La tirzepatida imita una hormona gastrointestinal (GLP-1) que activa los receptores en el cerebro que regulan el apetito de las personas.
Este medicamento se inyecta una vez a la semana por vía subcutánea en el abdomen, el muslo o la parte superior del brazo tal y como sucede con la insulina.
Este fármaco fue aprobado en Estados Unidos como un tratamiento para la diabetes en 2022; pero ya se ha conocido que algunos médicos lo han venido recentando a personas que quieren perder peso, incluso si no tienen diabetes.
Las cifras de las autoridades de salud han evidenciado que el 40 % de los adultos en EE.UU. sufren de obesidad; por lo que este tipo de medicamentos para bajar de peso podrían tener un gran potencial en el país y en el mundo.
Un informe de Morgan Stanley evidenció que el mercado mundial de tratamientos para la obesidad podría mover 54.000 millones de dólares en 2030 y por eso medicamentos como la tirzepatida (Mounjaro) generarían grandes ingresos para las farmacéuticas.
El laboratorio Novo Nordisk (Dinamarca) ya está comercializando un nuevo tratamiento de este tipo en Estados Unidos, denominado Wegovy, y el cual fue autorizado por la FDA contra la obesidad desde junio de 2021.
Asimismo, otro fármaco para la diabetes nombrado como Ozempic ha venido registrando un desabastecimientos luego de que hicieran furor en las redes sociales sus efectos para perder peso.
De hecho, estos dos fármacos han tenido un gran auge luego de que decenas de celebridades aseguraran que los ayudó a bajar de peso.
Sin embargo, las autoridades y médicos han mostrado su preocupación ante la posibilidad de que las personas que no tienen sobrepeso empiecen a tomar medicamentos para bajar de peso sin control sin saber los efectos secundarios.
Lo cierto es que estos fármacos son muy costosos (aproximadamente 1.000 dólares mensuales) y por eso los seguros de salud no están reembolsando estos recursos.
Finalmente, estos medicamentos también están diseñados para tomarse durante un largo período de tiempo; pero el peso perdido podría recuperarse una vez que se suspende el tratamiento y las personas no continúen con hábitos saludables de vida.
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