Al cumplir los dos años los bebés deben haber sido inmunizados contra unas 16 enfermedades. Es vital vacunar a los niños. Dependiendo del esquema de cada país, estas vacunas pueden ser gratuitas o pagas y garantizan que enfermedades que en el pasado mataban a millones de personas al año se encuentren casi erradicadas, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sin embargo, desde mediados del siglo XIX surgió un movimiento antivacunas que ha visto un resurgir en la era de las redes sociales, en las que se acusa a las vacunas de causar graves efectos en los niños, entre ellos, autismo.
“Un estudio de 1998 planteó la posible relación entre la vacuna triple vírica (sarampión, paperas y rubéola) y el autismo, pero posteriormente se demostró que era fraudulento y tenía graves sesgos, por lo que fue retirado por la revista que lo publicó. Lamentablemente, esa publicación creó un estado de pánico que produjo una disminución de las tasas de inmunización y posteriores brotes de esas enfermedades. No hay ninguna prueba de la existencia de una relación entre la vacuna triple vírica y el autismo o los trastornos del espectro autista”, expresa la OMS.
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Pero la OMS enfatiza que es mucho más fácil padecer lesiones graves por una enfermedad prevenible mediante vacunación que por una vacuna. Por ejemplo, la poliomielitis puede causar parálisis; el sarampión, encefalitis y ceguera, y algunas enfermedades prevenibles mediante vacunación incluso pueden ser mortales. “Aunque una sola lesión grave o muerte causada por las vacunas ya son demasiadas, los beneficios de la vacunación superan largamente los riesgos, y sin vacunas habría muchos más casos de enfermedad y muerte”.
Por ello, la vacunación sigue siendo la política oficial para prevenir las enfermedades. Pero ¿cuáles son las otras razones por las cuales es vital que vacunes a tu hijo?
Vacuna y protege a tu hijo y a los demás
En el caso de los niños, hasta los 5 años su sistema inmune no tiene los mecanismos para pelear contra enfermedades que pueden causarles serios daños. Si tu hijo no recibe la inmunización, puede padecer patologías como sarampión, tétanos, rubeola, hepatitis o tos ferina.
En segundo lugar, parte del éxito de las vacunas reside en que un alto porcentaje de la población esté inmunizado, pues una persona vacunada no puede tener la enfermedad y tampoco contagiársela a otros, por lo que vacunar a tu hijo es proteger también a quienes le rodean.
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El Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos además advierte que no nos vacunamos solo por nosotros, sino por nuestros nietos y las futuras generaciones. Citan el caso de la viruela, que es una enfermedad erradicada. Antes de que existiera la vacuna había miles de muertes al año y ahora los niños ni siquiera deben vacunarse contra ella, porque ya no existe.
Esa es la meta que pretende lograrse con otras patologías, pero solo es posible hacerlo mediante la vacunación. El gobierno de Estados Unidos además agrega que la economía familiar y de cada país se ve beneficiada porque se reducen los gastos en medicinas y hospitalizaciones.
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