“El precio de algo es la cantidad de vida que cambias por él”, dijo el filósofo Henry David Thoreau. Entonces, ¿cuánta vida has gastado viendo tu teléfono? La adicción al teléfono es una ‘peste’ real, que mantiene a la gente un promedio de tres horas diarias enganchada.
Este cuestionario en línea de la Escuela de Medicina de la Universidad de Connecticut pretende orientar a las personas sobre sus hábitos nocivos. ¿Eres de las personas que se estresa cuando no tiene conexión, batería o si dejas el teléfono en casa sientes que es el fin del mundo? Quizás deberías examinar tu relación con el celular seriamente.
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Las señales de alarma de adicción al teléfono son bajar la productividad por estar en el smartphone, sentir ansiedad si no lo tienes contigo, que el tiempo se te vaya sin darte cuenta e interrumpir tus actividades diarias por ver el celular. Incluso lo chequeas aunque sabes que no te ha llegado nada nuevo.
Apps diseñadas para mantenerte enganchado
De acuerdo a un estudio, las aplicaciones actuales son diseñadas para manipular la química cerebral y producir respuestas similares a las experimentadas en comportamientos adictivos.
La periodista Catherine Price en su libro “Cómo romper con tu teléfono”, afirma que en las redes sociales no somos los clientes, sino el producto, y que lo que se vende a los verdaderos clientes, que son los anunciantes, es nuestra atención.
Price incluso asegura que los grandes referentes en tecnología de nuestro tiempo no permitieron a sus niños pasar tiempo con los aparatos que ellos mismos promueven. Citó el caso de que Steve Jobs no dejaba a sus hijos usar el iPad, y Bill y Melinda Gates no dejaron a sus hijos tener celulares hasta que tuvieron 14 años.
Cómo escapar de la adicción
La adicción al teléfono es reversible y se toma con pasos pequeños, como desactivar todas las notificaciones del teléfono e instalar una aplicación que te permita monitorear el tiempo que pasas en él, aunque esta es una característica ya integrada en muchos dispositivos.
Fíjate una meta, como por ejemplo solo chequear tu teléfono una vez cada hora, y trata de aumentarla con el paso del tiempo. Si no tienes que estar conectado por trabajo o algún otro deber, aléjalo de ti y sal a hacer algo en el mundo real, ten conversaciones, paseos, experiencias reales.
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Sitúa tu teléfono lejos físicamente de ti. Fuera de tu habitación, al otro extremo de donde estés. Prueba a engancharte con un nuevo pasatiempo, como un libro.
De acuerdo a los especialistas, la adicción llega cuando quieres sanar o llenar un vacío en tu vida, como la soledad o el acoso. Pregúntate, ¿qué quiero llenar con los likes y los memes que veo en el teléfono?
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