La primera impresión puede durar toda la vida y definir si alguien te desagrada a apenas segundos de verle. Pero ¿por qué te gustan ciertas personas y a otras no las soportas? Todo está en tu cerebro.
Un estudio de la Universidad de York, reveló que nuestro cerebro tarda 33 milésimas de segundo en formarse una primera impresión de alguien y que ese brevísimo instante tiene consecuencias al momento de hacer elecciones y elegir nuestra pareja romántica, por ejemplo.
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¿Cómo se decide el cerebro en quién nos agrada y quién no? Basándose en lo que ya conoce, en los rasgos que asociamos con personas positivas, en los gestos de seres que son queridos para nosotros, en recuerdos de la niñez y en nuestro estado emocional al momento de conocer a la persona.
Esto ocurre porque nuestro cerebro busca patrones, afirman especialistas. Rasgos repetitivos que asociamos con malas cualidades y que por lo general no percibimos de forma consciente. Es decir, puede desagradarte alguien y no saber decir exactamente por qué.
En ese espacio de tiempo tan pequeño la persona que recién vemos puede tener un gesto, el tono de voz, la forma de caminar, de establecer contacto visual, su corte de cabello o cualquier otro detalle que le dice a nuestro cerebro que este alguien es similar a otro que vimos en el pasado y que no es de confiar, que es desagradable o que simplemente no lo queremos cerca.
¿Le haces caso a tu intuición?
Si estás estresada, deprimida o molesta hay menos apertura a los demás, por lo que hay más probabilidad de que odies a alguien que apenas vas conociendo, más allá de que sonría o tenga una actitud amigable.
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Esta intuición puede dar consejos acertados, pero también tiene un margen de error. ¿Acaso no has conocido a alguien que detestaste y luego te diste cuenta de que estabas equivocada? Y si lo llevamos al terreno amoroso, el dicho popular dice que “del odio al amor hay solo un paso”, señalando a quienes dicen odiar a una persona y terminan siendo su pareja.
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