El trabajo doméstico aún recae desproporcionadamente sobre las mujeres, señala la ONU

Los hombres no colaboran en igual grado con los trabajos del hogar. Foto: Unsplash

Si crees que la queja constante de que los hombres no ayudan en el hogar es solo una percepción, estás equivocada. La Organización de Naciones Unidas (ONU) emitió un informe que establece un estancamiento en la igualdad de género, al precisar que durante los últimos 25 años muy poco ha cambiado en este aspecto, y son ellas quienes continúan recibiendo la mayoría del peso del trabajo doméstico, lo que es discriminatorio y afecta su economía.

“Solo el 47% de las mujeres del mundo están empleadas; apenas 20 son jefas de Estado o Gobierno; solo un 50% puede decidir utilizar métodos anticonceptivos o negarse a tener relaciones íntimas; todavía representan el 75% de los padres solteros; y aún son sometidas al matrimonio infantil y la mutilación genital”, expresa el texto.

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Mientras las mujeres se encuentran atadas a las labores del hogar y al cuidado de la familia no pueden alcanzar su máximo potencial económico, situación que se ha visto agravada por la pandemia del Covid-19.

La brecha en el trabajo doméstico que se refleja en el bolsillo

Actualmente, ellas dedican tres veces más tiempo de su día al cuidado del hogar, en comparación con los hombres; en algunas regiones de Asia y África se habla de siete veces más tiempo dedicado a labores domésticas. En promedio, una mujer dedica 2,5 horas diarias al trabajo doméstico no remunerado y al cuidado de otras personas más que sus pares masculinos.

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Según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos​, el hecho de que las mujeres tengan a su cargo la mayor parte del trabajo doméstico no remunerado las excluye del mundo laboral y es una de las causas de la brecha salarial entre hombres y mujeres que, al ritmo actual, tardará 210 años en cerrarse.

Además de la distribución más equitativa del trabajo doméstico, estos organismos abogan porque los gobiernos inviertan recursos en asegurarse de que sus ciudadanos puedan recibir cuidados para que las mujeres en edad productiva no tengan que quedarse en casa, lo que en última instancia redunda en el crecimiento económico de cada país.

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