Desde las 9:30 de la mañana la sociedad civil venezolana y dirigentes políticos retomaron las calles este sábado para exigir la salida del mandatario, Nicolás Maduro, y pedir elecciones presidenciales, en medio de la indetenible crisis económica y política.
En uno de los puntos de concentración en Caracas, en La Candelaria, los ciudadanos fueron dispersados con bombas lacrimógenas por parte de los cuerpos policiales del Estado.
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El sistema de transposrte más utilizado en la capital, el Metro, cesó sus servicios en 10 estaciones de la línea 1 por supuestos trabajos de reparación.
Las calles lucieron desoladas y muchos comercios no abrieron su santamaría por falta de personal o por temor ante posibles disturbios.
El diputado, Juan Pablo Guanipa, quien se encontraba a resguardo luego de que la cuestionada Asamblea Nacional Constituyente allanara su inmunidad, exhortó a los partidos políticos opositores a mantener la unidad, dejar de lado estrategias que afecten la cohesión opositora.
Tenemos una responsabilidad con Venezuela, que la calle es el escenario para ejercer la presión necesaria para lograr salir de la tragedia que ha generado Nicolás Maduro.
El dirigente zuliano afirmó que tomó el riesgo de salir a la calle, sinónimo de la lucha que hay que mantener en el país para “la libertad y la democracia venezolana”.
Gremios y sectores productivos del país participaron en la jornada de protesta en rechazo a los bajos salarios y las precarias condiciones laborales. Educadores, médicos y enfermeros se hicieron presentes en la caminata.
Ana Rosario Contreras, presidenta del Colegio de Enfermeras, resaltó la importancia de la protesta social porque los ciudadanos deben mantener su voz activa en protesta por la situación que afronta Venezuela.
Vamos a paro indefinido porque es hora de que los venezolanos entiendan de que debemos trabajar juntos. Hoy no se terminará nuestro problema pero demostramos que estamos cansados”, expresó.