El Gobierno de México estimó que el avión que traslada a Evo Morales llegará a la capital del país este martes en horas de la tarde como asilado político, tras un “periplo por diferentes espacios y decisiones políticas”.
El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) detalló las dificultades para sacar a Morales de Bolivia y las negociaciones con varios países de la región -Paraguay, Brasil, Perú y Ecuador- para poder usar su espacio aéreo.
¿Cómo se logró el viaje?
En una detallada descripción del viaje, Ebrard explicó que cuando Morales aceptó la oferta de asilo de México se mandó un avión de la Fuerza Aérea mexicana para “pasar literalmente” por él hasta el país suramericano.
En la ida, Perú otorgó la autorización de vuelo y la aeronave bajó a recargar combustible y a lograr que las autoridades de Bolivia aceptaran que el avión mexicano entrara en su país.
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Hicieron un primer intento de vuelo a Bolivia pero les dijeron que el permiso obtenido “ya no era válido”.
Tras esperar en Lima (Perú) varias horas, se logró que el comando de la Fuerza Aérea Boliviana, les otorgara el permiso válido.
Se llegó al aeropuerto donde los esperaba Evo Morales, pero una vez ahí Perú les dijo que por “valoraciones políticas” no podían recargar combustible y retornar a México.
“Fue muy difícil y muy tenso porque en el aeropuerto donde estaba Evo ya había seguidores y simpatizantes de él alrededor del aeropuerto. Y dentro, (estaban) las Fuerzas Armadas de Bolivia”, dijo el titular de la SRE, en el que calificó como un momento de gran “tensión”.
Ante esta situación, el Gobierno de México tuvo que buscar un “plan B” y estableció contacto con los países de la región, dijo.
El Gobierno de Paraguay -y con la ayuda del presidente electo de Argentina, Alberto Fernández- les permitió recargar combustible y esperar hasta que se gestionaran los trámites aéreos pertinentes.
De Bolivia cruzaron a Asunción (Paraguay) y entonces Perú autorizó cruzar su espacio aéreo, mas no recargar.
Al no poder pasar por Bolivia, tuvieron que gestionar permisos con Brasil para así cruzar Perú, Ecuador y seguir, a través de aguas internacionales, hacia la Ciudad de México.
El asilo a Evo Morales se hace conforme al artículo 11 de la Constitución y sus “leyes correspondientes”.