El juicio polìtico a Donald Trump tras el impeachment se ha ido retorciendo, complicando, cada día aparecen variantes, nuevos actores, nuevas revelaciones. Durante estos siete días hay tres hechos que han sido significativos, el primero la posición de la senadora republicana Susan Collins, quien el 27 de enero aseguró que era probable que apoyase una moción para citar testigos, como lo hizo en 1999, la segunda las grabaciones de la conversación entre Trump y uno de sus donantes Lev Parnas, quien se encuentra detrás de la trama ucraniana. Y la tercera, el manuscrito de un libro de John Bolton que parece incriminar aún más al Presidente estadounidense.
Los próximos días han de ser claves.
Cèsar Miguel Rondón entrevista al analista Hernán Molina para entender la complejidad de esta trama política