David Smolansky, comisionado del secretario General de la OEA para la crisis de migrantes venezolanos designado por el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, reconocido por más de 55 países como presidente encargado, alerta que el éxodo no frenará si no hay un urgente cambio política.
Afima que actualmente la población venezolana es la que tiene más desplazados en el mundo sin estar en guerra o bajo una catástrofe natural, por lo que advierte que “la mejor solución para frenar el éxodo es que en Venezuela haya democracia, seguridad, no solo la gente se dejara de ir sino par que los que deseen volver”.
“No estamos ante una dictadura convencional sino de un estado criminal, donde al menos 7 millones de personas necesitan ayuda humanitaria, 7 mil ejecutadas por grupos de exterminio desde 2018, desde 2014, 15 mil detenciones arbitrarias, sin contar los pueblos o ciudades que pasan horas sin electricidad”.
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Estima que no haber soluciones prontas, la migración venezolana llegará a 5 millones al finalizar 2019 y en 2020 se incrementará a ocho millones; todo esto si se toma en cuenta que cinco mil ciudadanos salen diariamente, 200 por hora.
Las alarmantes cifras del “deslave humano venezolano”
Smolansky advirtió que lo más “cruel” es la separación familiar que ha provocado la crisis migratoria que deja más de un millón de niños venezolanos en el exilio necesitados de atención médica.
20 % de las mujeres que se han ido del país caribeño son menores de edad y en los hospitales fronterizos ubicados en Cúcuta (Colombia) y Boa Vista (Brasil) 70 % de las féminas que dan a luz también provienen de Venezuela.
La comunidad venezolana está dividida en la región de la siguiente manera: 1,5 Colombia, 900 mil Perú, Ecuador con 350 mil, Chile 400 mil, Brasil 170 mil, Argentina con 150 mil, en Panamá 100 mil y México con 70 mil.