El analista internacional, periodista y profesor de Comunicación y Planificación Estratégica en Chile, José Santelices, explicó este jueves que la situación en la nación austral continúa porque las disculpas ofrecidas por el presidente, Sebastián Piñera, llegaron tarde y las “reacciones son tardías”. Aseveró que la situación lleva tres décadas acumulándose las necesidades de los ciudadanos más necesitados con el Estado.
“Esto viene cruzando la sociedad y la relación política-ciudadano desde hace 30 años como el mismo Presidente ha señalado. Entonces la reacción es tardía y además es mala, es insuficiente. La desigualdad es muy profunda. Ahí está el germen del problema. Se han agregado otros factores que se diga que estamos frente a multiplicidad de influencias para que esto se esté produciendo”, explicó a César Miguel Rondón.
Indicó que lo que sucede es responsabilidad de la clase política en relación con el ciudadanos. Al heredar un sistema neoliberal del régimen del dictador Augusto Pinochet, que fue muy bien conducido tras el regreso de la democracia, el mismo “se exacerbó”.
Describió que en Chile todo es privado, “hasta el agua”. Elementos como la educación y la salud también son privadas y acusó al Estado de ofrecer respuestas “de mala calidad, lentas e insuficientes”. Por eso, explicó que para aquellos que buscan celeridad hay que ir al sector privado. Incluso las pensiones.
Pero al irse a lo privado “se produce un conflicto muy grande”, ya que se recurre a una especie de “subsidio” para obtener, por ejemplo, atención médica pero “hay que pagar y es caro”. A pesar de que se sugiere el regreso de algunas competencias al Estado, “nadie confía en él” para administrar porque “hay corrupción, son inútiles, poco eficientes, no tienen competencias y se generó a partir de esto una suerte de relaciones espurias entre la política y la empresa”.
Para Santelices, encontrar la situación actualmente es “complejo” y manifestó su preocupación porque hoy en día Chile es un país distinto al de hace una semana “y no hay vuelta atrás”. Evitó dar una conjetura sobre una eventual solución al conflicto.
Sin embargo, considera que el presidente Sebastián Piñera está en una situación “tremendamente compleja”, pero aseveró que lo primero que se debe hacer en Chile es preservar la democracia. “El presidente, nos guste o no nos guste, fue elegido democráticamente y al ser el presidente, tenemos que sostenerlo, tenemos que apoyarlo y respetar el principio de la democracia, de los valores de la democracia”.
Considera que en Chile hay una “crisis de autoridad” y que actualmente no se respeta a Piñera, cosa que “se ha ganado”. Explicó que ha sido criticado y blanco de burlas al haber dicho que “estamos en una guerra ante un enemigo poderoso” y que además no escucha a sus asesores.
A su juicio, el mandatario chileno maneja información “de que aquí hay influencia internacional y que hay un enemigo con nombre y apellido”, pero cree que es más de uno. Tres, específicamente, que serían responsables de la agitación
Las que provienen desde el exterior -por parte de Nicolás Maduro- que “tampoco creo que sea lo suficientemente potente para generar el caos que se ha generado primero en Santiago y después extendido a las regiones del país. Segundo, la presencia de grupos anarquistas que funcionan en Chile desde el año 90 (…) y tercero, se habla poco. Pero se menciona en algunos círculos la presencia e influencia del narcotráfico”.