Julio Castro, médico infectólogo e integrante de Médicos por la Salud, presentó este jueves una actualización de la Encuesta Nacional de Hospitales (ENH) realizada desde noviembre de 2018 a septiembre de 2019, donde monitorearon en esta oportunidad varios aspectos en todo el país como el servicio de diagnóstico o de apoyo hospitalario (Rayos x-tomografías); funcionalidad de los laboratorios; unidades de diálisis agudas y recursos humanos en las emergencias de los centros públicos.
Castro explicó que se practicó la misma encuesta en todos los centros de salud públicos del país, haciendo énfasis en que fueron 42 preguntas enfocados en siete aspectos, donde se enumeró lo mínimo necesario para poder operar dentro de los hospitales.
Alertó que muchos de los galenos y demás profesionales “obtienen la información viendo y trabajando”, así como también denunció que existen profesionales “que están perseguidos porque informan para esta encuesta”. En ese sentido, explicó que los médicos deben cambiar de residencia e incluso de estado, bloquear sus teléfonos y han recibido visitas por parte de organismos de seguridad del Estado.
Castro explicó que desde 2018 a septiembre de 2019 se consideraron en el estudio tres grandes aspectos: los que estaban operativos, con funcionalidad intermitente y aquellos cerrados por diversas fallas. Detalló que al sumar los intermitentes con los inoperativos, arrojan cifras alarmantes. Además, indicó que el registro se hizo diariamente con una recopilación de data semanal.
De acuerdo a lo recabado en la ENH, se registró una inoperatividad del servicio de rayos X de un 58%, lo que quiere decir que “más de la mitad de hospitales en el país no pueden hacer una placa de tórax”. Además, explicó que los apagones registrados durante 2019 afectó la funcionalidad de los centros de salud en esta instancia por un lapso aproximado de seis a siete semanas.
“Si tiene un niño con neumonía (…) se le dice que debe buscar una alternativa pagada por el tipo de emergencia. Hacer una placa de tórax cuesta entre tres y cuatro salarios mínimos”, explicó.
Respecto a los laboratorios hospitalarios, también el tema eléctrico afectó en gran medida la funcionalidad de estas dependencias, ya que en muchos casos no funcionaron de forma continua. En ese sentido, señaló que estuvieron inoperativas aproximadamente el 55%, pero “si le sumamos las que funcionaron de forma intermitente, llegamos a 84% en todo el país”.
Por otro lado, Castro puntualizó que solo el 16% en todo el país está operativo. “Es probable que la intermitencia eléctrica afecte el funcionamiento, no solo en ese momento, sino que los equipos pueden quedar averiados por el voltaje”, especificó.
Respecto a los laboratorios de microbiología, el doctor Julio Castro reveló que en Venezuela no existe capacidad de hacer cultivos porque los servicios están cerrados por falta de recursos o insumos.
Al tocar el tema de estos servicios, el galeno integrante de Médicos por la Salud explicó que su uso es muy importante para poder saber el estatus de un paciente, “como lo fue en su momento una placa de tórax”. Señaló que existe una inoperatividad de los tomógrafos de un 85%, pero si se suman los que funcionan de forma intermitente, hay una falla de estos equipos en un 90%.
“Eso significa que medio hospital de cada 10 tienen para hacer tomografías”, advirtió y agregó que los pacientes tienen que ir al servicio privado para hacer este tipo de servicios, que tiene un valor de entre 10 a 20 salarios mínimos. Además, eso trae como consecuencia que muchos pacientes deban ser trasladados a varios centros de salud para practicarle estudios y se retrasa el diagnóstico.
Al hablar sobre la diálisis aguda, que es aquella que se hace en los hospitales, indicó que el 18% de las unidades no han estado operativas desde julio a septiembre de 2019, que se refleja en estados como Amazonas, Delta Amacuro, Amazonas y Aragua.
“El que no se dializa, muere. No hay alternativa porque en Venezuela no se pueden hacer trasplantes. Hay una carga, un aforo de pacientes anuales que oscila entre 800 y 1.500 pacientes anuales que requieren dializarse”.
Para estas cifras, se midieron el número de médicos, camas, enfermeros y enfermeras, así como los turnos de trabajo disponible. Registraron que en promedio, 1.5 enfermeras por cada cuatro camas y una en el mismo número pero en el turno nocturno; un médico por cada cuatro camas.
Hizo hincapié que en el estudio fueron incluidos los médicos integrales comunitarios, donde se encontró que de cada 10 médicos, dos pertenecen a este grupo. Eso quiere decir que el 20% de estos profesionales, impulsados por el régimen de Nicolás Maduro, están atendiendo las emergencias.
Para Castro, las cifras demuestran que se “llena un hueco” en esas dependencias “porque hay falta de personal”, pero dijo que carecen el entrenamiento “o su pénsum no fue diseñado para atender cosas complicadas”.
El médico infectólogo Julio Castro explicó que los insumos en las emergencias han mejorado levemente, ya que se pasó de 56% de deficiencia a 49%, diciendo que uno de los factores que sirve de aliciente podría ser la ayuda humanitaria.
También indicó que el 85% de los centros de salud han empeorado por la falla en los servicios públicos, sobre todo de energía eléctrica y agua potable.
Por otro lado, señaló que sus estimaciones pueden diferir a las presentadas por la Federación Médica Venezolana, quizás por una variación a la hora de hacer las medicinas.
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