¿La dolarización en Venezuela se encamina a la exclusión económica?

La dolarización “de facto, emergente y espontánea” ha nacido en Venezuela como una respuesta voluntaria de ciudadanos y comerciantes ante la hiperinflación que agobia a la nación caribeña, y que está obligando al sistema financiero a acoplarse a la tendencia.

Pero “en Venezuela se puede tener dólares y seguir siendo pobre”, es la sentencia del economista de Econoanalítica, Giorgio Cunto Morales, quien afirma que el bolívar (moneda local) está en su etapa agonizante y que solo un viraje drástico en el manejo económico podría detener el proceso que el país vive actualmente.

“En la medida en que las personas migren a otras divisas, están dejando el signo monetario nacional atrás, porque el bolívar no tiene capacidad de fungir como dinero, no hay poder adquisitivo, y los cálculos computaciones son muy grandes al momento de hacer transacciones”, explicó en entrevista con César Miguel Rondón

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Venezuela se divide actualmente en tres grupos: 15 % que tiene acceso y flujo de divisas para mantener su poder adquisitivo, 35 % que se bandea tratando de entrar en esos mercados, y el resto de la población que depende de los bolívares.

Esto conduce a una “dolarización asimétrica y desigual” que podría degenerar en una exclusión económica si se toma en cuenta que gran parte de los ciudadanos obtiene su salario en bolívares.

Sin contar con que otro tanto devenga un sueldo básico de Bs 250 mil (3 dólares al mes).

¿Camino al petro?

El también profesor de la Universidad Católica Andrés Bello intuye que la intención de Nicolás Maduro es fomentar la “cohabitación” de este activo con las divisas, situación que indudablemente terminaría desplazando al débil bolívar.

Aunado a esto, el petro no genera confianza en el mercado, menos aún en los venezolanos, al ser fomentado y patrocinado por “un régimen sancionado por la comunidad internacional”.

Ante tal panorama, un banco privado venezolano se arriesgó a la “moda” del dólar en el país caribeño y lanzó al mercado la “cuenta no remunerada” para quienes deseen depositar sus activos y manejar digitalmente el dinero.

Buena noticia para quienes no han logrado un “resguardo seguro” para sus ahorros en suelo venezolano; malas para quienes aún no están inmersos en el cambio económico que cada día cobra más fuerza.