“He presionado la almohada sobre la cabeza de mi hijo durante 15 minutos. Mi hijo estaba agonizando. Sin embargo, seguí imprimiendo con una almohada hasta que murió”. Así comienza el crudo relato del futbolista Cevher Tokta, quien ante un tribunal confesó un crimen sin precedentes, cometido contra su hijo de cinco años.
La noticia del jugador del Bursa Yildirim Spor, ha causado conmoción en Turquía y en el mundo entero: el propio atleta fue quien confesó a la policía todo lo que había ocurrido; debido a que la muerte del menor no había generado sospechas por síntomas de COVID-19.
Toktas, quien estaba militando en un equipo regional de su país, declaró a los cuerpos de seguridad locales que ahogó al pequeño de cinco años con una almohada hasta que este dejó de respirar. El menor se encontraba hospitalizado, porque en ese momento tenía fiebre y tos; síntomas del virus que afecta al mundo.
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El pasado 23 de abril, el hijo del jugador de fútbol de 33 años, fue ingresado en el hospital con la sospecha de que había contraído el coronavirus.
Tras un primer examen, el pequeño, llamado Kasim Toktas fue hospitalizado. Ese mismo día, su padre Cevher permaneció junto a él. No obstante, el jugador salió de la habitación tiempo después y contó que su hijo estaba empeorando.
A pesar de la intervención de los médicos, el pequeño tuvo que ser trasladado rápidamente a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Horas más tarde, el pequeño Kasim no pudo salvarse a pesar de todos los esfuerzos. Fueron cerca de dos horas, las que el personal médico utilizó para salvarle la vida.
Al día siguiente, el 24 de abril, fue enterrado en el cementerio Hamitler. Los médicos habían determinado que la causa de su deceso había sido el virus; pero finalmente se conoció que Toktas fue quien asesinó al pequeño hace más de 20 días, según revela el diario Daily Sabah.
Estremecedora confesión de Cevher Tokta
“Presioné una almohada sobre mi hijo que estaba acostado sobre su espalda. Durante 15 minutos presioné la almohada sin levantarla. Mi hijo estaba luchando durante ese tiempo. Después de que dejó de moverse, levanté la almohada. Luego llamé a los médicos para que no sospecharan”, dijo Toktas al Centro de Policía de Çar, según la misma fuente.
Tras la viralización de la noticia, se dio a conocer un hecho aún más estremecedor: el motivo por el que Toktas asesinó al pequeño. “Desde su nacimiento nunca he amado a mi hijo menor. No sé por qué no lo amo. La única razón por la que lo maté ese día es porque no me gustaba. No tengo ningún problema mental“, explicó.
El Daily Sabah cuenta que el futbolista turco fue arrestado y será juzgado por asesinato a un pariente cercano; crimen que es castigado con cadena perpetua.
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