En pleno siglo 21 hablar de esclavitud parece una enorme disonancia, pero así se está viviendo en algunas zonas de Venezuela. Esclavitud, secuestro, homicidio y desaparecidos.
Javier Tarazona, director de la ONG venezolana Fundaredes, ha mostrado un estudio e instrumento de investigación denominado “la curva de la violencia”, que permite informar acerca de los índices de violencia y criminalidad de los estados fronterizos.
“Falcón, Zulia, Táchira, Apure, Bolívar y Amazonas, pareciera que fueran tierra de nadie, porque la disputa que existe por el control de los territorios por grupos irregulares, hace que las cifras de homicidios sean más rojas cada día”, dice el estudio.
Adicionalmente, se trata -como dice Tarazona- de “descarados enfrentamientos armados por el control de territorios donde las Fuerzas Armadas dicen no estar presentes, pero facilitan y cohabitan con muchas de estas organizaciones criminales de origen colombiano como lo son el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)”.
Hay información disponible, continúa Tarazona, sobre más de 1.800 homicidios en lo que corresponde al año 2019, así como de un número importante de desaparecidos derivados de múltiples enfrentamientos entre grupos irregulares.
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