La fotografía de una orangután que extiende su mano para ayudar a un hombre en un estanque en la isla indonesia de Borneo se ha hecho viral gracias al misterio que rodea a la intención con la que el animal realizó este particular gesto.
“¿Puedo ayudarte? Cuando muere la humanidad en el ser humano, los animales a veces guían nuestros principios”, escribió el fotógrafo Anil Prabhakar en su cuenta de Instagram tras publicar la imagen.
La fotografía fue tomada en un centro de rehabilitación de orangutanes de la provincia de Borneo Oriental y muestra la interacción entre la orangutana Anih y uno de los trabajadores de la Fundación para la Supervivencia del Orangután de Borneo (BOSF, en inglés).
El fotógrafo le explicó a la cadena CNN que pudo capturar este momento en la selva y cuando se encontraban en un safari con la ONG.
“Hubo un informe de serpientes en esa área, por lo que el director se acercó y estaba limpiando las serpientes. Vi a un orangután acercarse a él para simplemente ofrecerle su mano”, indicó Prabhakar a CNN, quien resaltó que el trabajador tenía dificultades para moverse en el agua.
Por su parte, el director ejecutivo de BOSF, Jamartin Sihite, señaló que aunque no está claro si el simio esté ofreciendo ayuda o pidiendo alimento, la fotografía hace plantearse la manera en la que tratamos a los animales salvajes, entre ellos los que, como el orangután de Borneo, están en peligro de extinción.
La orangutana, de 25 años y que conoce desde hace dos décadas al técnico de mantenimiento que aparece en la foto, Syahrul, es uno de los simios que permanecen en zonas acotadas y rodeadas de agua,ya que no pueden ser devueltos a la vida salvaje a causa de sus lesiones, trauma o largos periodos en cautividad.
“El número de orangutanes como Anih, que no pueden ser liberados, es demasiado alto”, lamentó Sihite, antes de aclarar que, aunque la interacción de la orangutana con humanos se limita a veterinarios y otros conservacionistas, todavía depende del hombre.
Cientos de orangutanes mueren cada año por la deforestación y la caza furtiva, sobre todo de crías, en Sumatra y Borneo, donde la fragmentación de su hábitat por la construcción de carreteras, cultivos e industrias amenazan a la especie.
El año pasado los devastadores incendios que arrasaron Sumatra y Borneo y se intensificaron el pasado septiembre fueron provocados para abrir paso a plantaciones, principalmente de aceite de palma, que obligaron al rescate de decenas de ejemplares, según organizaciones ecologistas.
El Gobierno estima que 71.640 orangutanes viven entre la isla de Sumatra y la isla de Borneo – que Indonesia comparte con Malasia y Brunei-, pero la población está en declive.