Las especies marinas podrían migrar hacia zonas más profundas debido al cambio climático con el objetivo de vivir a la misma temperatura en la que están actualmente.
El estudio evidenció que un escenario moderado de emisiones contaminantes en el planeta las especies se sumergirían hacia el fondo en unos 18.7 metros, mientras que en unas condiciones altas la profundidad debería alcanzar los 32.3 metros.
“Los organismos marinos podrían migrar a mayores profundidades en busca de ambientes más fríos, así como hacia los polos en respuesta al cambio climático”, reseña la investigación.
Estas son algunas de las principales conclusiones de un estudio que calcula la migración vertical que requerirían desplazarse las especies marinas a través de los océanos globales hasta el año 2100 para vivir a la misma temperatura que actualmente.
Los resultados se publican en la revista Nature Ecology & Evolution, en un artículo que firman científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, del Instituto Español de Oceanografía (IEO) y de la Universidad KAUST (Arabia Saudí).
“Encontramos variaciones considerables a lo largo del planeta pero, en promedio, las especies deberían migrar hacia el fondo 18,7 metros bajo un escenario de emisiones moderadas y 32,3 bajo uno de altas emisiones”, ha resumido Gabriel Jordà, primer autor del trabajo e investigador del IEO.
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No obstante, la temperatura no es el único determinante del hábitat de los organismos marinos, detalla el CSIC, el mayor centro de investigación público español, en una nota de prensa.
En este sentido, Núria Marbà, del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (mixto del CSIC y la Universitat de les Illes Balears en el este de España), explica que a las aguas más profundas no llega suficiente luz para algunas especies y la presencia del fondo establece una frontera última en algunos lugares.
Teniendo esto en cuenta, en este estudio se muestra que tanto el fitoplancton como las especies poco profundas que habitan en el fondo que necesitan luz para vivir, como los corales, kelps (un tipo de alga) y las praderas marinas, “experimentarán una compresión vertical de su hábitat a medida que aumenten las temperaturas”, añade Marbà.
Para Carlos M. Duarte, de la Universidad de KAUST, esta investigación señala que es probable que las distintas especies marinas opten por una solución combinada entre la adaptación térmica, la migración horizontal y la vertical, “lo que además variaría entre especies y dependiendo de dónde estuviesen ubicadas”.