Tiene 100 años y conduce de su casa al trabajo todos los días. Eso hace que Walter Orthmann, sea un trabajador ejemplar pero también uno de los empleados más longevos del mundo.
El hombre, un brasileño que no quiere dejar de trabajar, ha sido reconocido por los Guinness Récords por llevar 84 años trabajando en la misma empresa.
Este abuelo ha hecho en gran parte de su siglo de vida el mismo viaje para llegar a su puesto de trabajo y lo hace conduciendo su propio vehículo a pesar de su avanzada edad.
Uno de sus secretos de Orthmann para mantenerse tan fuerte a los 100 años ha sido dejar de consumir azúcar, sal, bebidas gaseosas y evitar comer alimentos grasos.
Orthmann mantiene cuerpo y mente activos: “Haz lo que te gusta y aléjate de la comida basura”, indicó el hombre a los medios locales.
Él trabaja en RenauxView, una planta productora de tejidos situada en Brusque (Brasil). Cuando comenzó a laborar tenía apenas 16 años y su primer puesto fue como peón; después pasó al departamento de administración y actualmente es el director de ventas de esta compañía textil.
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Mientras él trabajaba, se fue adaptando a las nuevas tecnologías. Siempre lo vio como una oportunidad para mejorar su destreza en la empresa y ahora sus funciones las realiza con ayuda de la tablet y un computador , unos dispositivos que maneja sin problema a pesar de su edad.
Dentro de sus consejos para permanecer tanto tiempo en una misma empresa y crecer en ella asegura que no sirve con “hacer cualquier trabajo y decir que estás trabajando, eso no funciona”, ya que advierte que con esa idea nadie podrá aguantar en ningún puesto de trabajo.
Para él, la clave está en que a las personas les tiene que “gustar trabajar” y amar lo que hace: “Yo empecé a trabajar con esa voluntad y espíritu de lucha”, confesó
Para Orthmann, ese ha sido el mantra que lo ha impulsado toda su vida y lo que le ha llevado a convertirse en uno de los empleados que más tiempo lleva en una empresa en el mundo.
“A lo largo de su larga carrera, ha cobrado salarios en nueve denominaciones de moneda diferentes y ha utilizado casi todas las aerolíneas comerciales en la historia de la aviación brasileña”, destacó los Guinness Word Records.
La historia de este abuelo trabajador de 100 años le ha dado la vuelta al mundo y se ha convertido en un gran ejemplo para los jóvenes que empiezan su vida laboral demostrando que las cosas hay que hacerlas con pasión, disciplina y compromiso.
Finalmente, Orthmann goza de buena salud y excelente capacidad mental, por lo que ha reconocido que espera continuar con una vida tranquila y hacer ejercicio para mantener la suficiente vitalidad y energía para ir a trabajar.
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América Digital
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