Un hombre sufrió una extraña reacción aparentemente por la combinación del uso de tabaco y el consumo de antibióticos: su lengua se volvió verde y le empezaron a crecer una especie de vellosidades.
El caso se registró en un hombre de 64 años de la ciudad de Ohio (EE.UU) que tuvo que acudir al médico al notar que su lengua estaba cambiando de aspecto, según publicó New England Journal of Medicine.
Los especialistas han considerado que esta sería una reacción secundaria al combinar los antibióticos con el uso de cigarrillos. Sin embargo, no saben a ciencia cierta si esto se deba al antibiótico, al tabaco o a los dos.
Lengua verde y con pelos: el aspecto de la lengua del hombre de Ohio
De acuerdo con la revista de medicina, el hombre asistió a un centro asistencial a las tres semanas de haber terminado su tratamiento de Clindamicina para combatir una infección de encías, luego de que notara que su lengua estaba cambiando de aspecto. Previamente, él había informado a los médicos que era fumador.
Los médicos le recomendaron que se cepillara suavemente la lengua cuatro veces al día y que suspendiera el uso de cigarrillos.
Sin embargo, el paciente solo acató la primera de las dos recomendaciones, con lo cual logró recuperar la normalidad de su lengua en los seis meses posteriores.
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El extraño caso de la lengua vellosa
Lo sucedido al hombre de Ohio se denomina lengua vellosa y se caracteriza por la aparición de una capa anormal en la superficie superior de la lengua o dorso.
Su causa es la acumulación de piel muerta en las partes de la lengua donde hay papilas gustativas. Y son justo estas papilas las que se alargan más de lo normal y dan el aspecto de vello.
Generalmente, esta afección es asintomática, pero en algunos casos se puede sentir ardor en la lengua.
De acuerdo con la Academia Estadounidense de Medicina Oral, esta condición afecta a un 13% de los hombres en Estados Unidos, especialmente en edad avanzada.
A pesar de ello, los especialistas no han logrado determinar si este efecto se produce como consecuencia del uso de tabaco, de los antibióticos o de la combinación de ambos; ya que los dos son detonantes de problemas de salud bucal.
Específicamente, el tabaco se relaciona con la aparición de placas y bacterias bucales, mientras que los antibióticos alteran el microbioma de la boca, incidiendo en la acumulación de bacterias bucales.
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