La pandemia cambió considerablemente la forma de interactuar y relacionarnos en el mundo apartándonos de nuestros familiares y amigos, pero una mujer italiana decidió vivir los confinamientos sola en el Ártico.
La protagonista de esta historia es Valentina Miozzo que curiosamente decidió pasar este momento complejo que vive la humanidad en una zona con condiciones extremas como las que se registran en el Círculo Polar Ártico al norte de Noruega.
De esta forma, mientras el COVID-19 obligó a millones de personas a vivir solas por cuenta de las cuarentenas y restricciones, Valentina decidió por su cuenta alejarse de este caótico escenario y emprender este viaje para reencontrarse consigo misma y alimentar su espíritu aventurero.
En entrevista con la cadena CNN, esta mujer de 37 años explicó que esta aventura inició cuando en septiembre de 2020 recibió una oferta para administrar una casa de huéspedes en el Ártico. A pesar de que era una decisión extrema, la vio como una oportunidad de conocer lugares que quizás en condiciones normales no hubiera podido visitar.
“¿Estaba asustada? No, lo vi como una hermosa oportunidad para visitar lugares que quizás nunca hubiera elegido por mi cuenta. Como ya no podía hacer mi trabajo de viajes, esta era una forma de viajar y vivir otra realidad”, indicó Valentina a CNN.
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En ese sentido, la mujer emprendió su viaje desde la ciudad de Módena en Italia y dos meses después llegó a la localidad de Kongsfjord al extremo norte de Noruega para vivir una experiencia única en una parte del mundo que no conocía y le fascinaba completamente.
Su vida empezaba a cambiar ya que en esta zona del Ártico no tenía que usar tapabocas ni implementar el distanciamiento social porque el pequeño pueblo solo tiene 28 habitantes y no hay nada cerca.
“El supermercado más cercano está a 40 kilómetros. El hospital más cercano está a casi 321 kilómetros y el aeropuerto, obviamente es pequeño y local, está a 64 kilómetros. En invierno, había vientos de 120 kilómetros por hora y hielo por todas partes, por lo que es difícil moverse”, confesó la mujer a CNN.
Apartada de la compleja situación que vivía Italia y el mundo por la pandemia, Valentina se enfrentó a una realidad muy distinta pero con unas condiciones climáticas más extremas como tener que vivir dos meses en completa oscuridad pero también de disfrutar la vista de sorprendentes auroras boreales y ver a los animales que habitan esta zona.
Esta no era la primera vez que Valentina pasaba sola ya que su experiencia como bloguera de viajes la ha llevado a lugares inhóspitos como desiertos y bosques en países como India, Indonesia, Sudáfrica, Senegal, entre otros, pero nunca en condiciones tan frías como las que se encuentran en la zona Ártica.
Sin embargo, su experiencia ha sido única hasta el punto de que su trabajo en esta casa de huéspedes terminó y decidió alquilar una vivienda para quedarse otras semanas y seguir viajando por esa zona del Ártico, aunque es consciente de que en algún momento tendrá que regresar a su país a trabajar como guía turística y ambiental.
Valentina seguirá documentando sus experiencias en su blog de viajes nombrado como ‘Viaggiare Libera’ en donde enseña todo sobre turismo sostenible y principalmente a relacionarnos con la naturaleza de una forma más responsable.
“Viajar es una búsqueda continua, como la vida. Viajo al exterior para viajar al interior. Viajo de forma consciente y responsable, respetando la cultura y el medio ambiente”, reseña su blog.
Finalmente, la historia de la mujer que vivió sola en el Ártico durante la pandemia se ha vuelto viral en las redes sociales y por eso ha venido recibiendo muchos mensajes de apoyo y felicitación por la labor que desempeña como exploradora del mundo.
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