Un niño de 13 años hizo un gran hallazgo en una playa de Inglaterra al encontrar un diente de megalodón, un tiburón prehistórico gigante que habitó los mares hace millones de años.
El pequeño explorador de esta historia se llama Ben y el descubrimiento del diente del ejemplar representó un gran logro para él, ya que desea ser paleontólogo porque demostró que tiene un buen ojo para examinar fósiles.
El diente fue encontrado en las playas de la localidad de Walton-on-the-Naze, tiene forma de triangulo y mide unos 10 centímetros de largo.
En entrevista con la cadena BBC, el padre del niño, Jasón, reveló que todo se registró cuando estaban pasando unos días en esa ciudad costera. Además, explicó que su pequeño hijo estaba “en la luna” al haber hecho el hallazgo de ese diente.
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Según Jasón, su visita a ese lugar fue justamente para buscar restos fósiles. Por esa razón, ambos bajaron desde muy temprano a la playa cuando de repente Ben notó que algo afilado sobresalía de una roca e inmediatamente supo que no se trataba de algo común.
“Podíamos ver el borde del diente que sobresalía, y Ben supo inmediatamente que era algo y lo sacó de la arena”, contó su padre.
Confirman que se trata de un diente de megalodón
Wildlife Trust de Essex se encargó de analizar el diente que Ben y su padre encontraron. Asimismo, enviaron fotografías de la pieza al Museo de Historia Natural de Inglaterra, quienes aseguraron que posiblemente ese diente, sin perder su autenticidad, pudo haber sido retocado.
“La pieza muestra poca corrosión y su corona es casi prístina, parece que puede haber sido restaurado”, señalaron.
“El diente nos parece muy similar a los fósiles encontrados en Java que se venden habitualmente en las tiendas de fósiles del Reino Unido. Creemos que puede haberse perdido en la playa”, opinaron desde el museo.
¿Cómo era el megalodón?
El megalodón (Otodus megalodon) era un tiburón megadentado gigante que vagaba por los océanos hace unos 22 millones de años cuando desapareció por cuenta de un cambio en las condiciones de su hábitat natural.
Su tamaño superaba tres veces el del gran tiburón blanco, midiendo hasta 18 metros de largo y llegando a pesar hasta 60 toneladas.
Dadas sus características físicas, este animal era un gran depredador y encabezaba la cadena alimenticia porque era capaz de comer cualquier especie.
Su alimento favorito eran las ballenas y focas, a las cuales cazaba mayormente en la superficie cuando salían a respirar.
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