Donald Trump se convirtió en el primer presidente en afrontar cargos penales en EE.UU. Foto: AP
El expresidente de Estados Unidos Donald Trump se declaró inocente de los 34 cargos por los que fue acusado en relación con unos supuestos pagos irregulares durante la campaña presidencial de 2016.
De acuerdo con la acusación, el exmandatario habría realizado tres pagos ilegales, incluido uno a la actriz Stormy Daniels para que no hiciera pública una relación íntima que tuvo con ella; por lo que decidió recurrir a un intermediario para pagar unos 130.000 dólares con el objetivo de comprar su silencio.
De esta forma, Trump se presentó ante el juez del tribunal neoyorquino de Manhattan Juan Manuel Merchan poco después de haberse entregado a la Fiscalía, en donde le leyeron sus derechos y fue fichado.
El expresidente entró en la sala del juzgado sobre las 14.30 hora local (18.30 GMT) con un claro gesto de disgusto y sin llevar esposas.
Vestido con un traje azul claro y corbata roja, Trump estuvo precedido de su equipo de abogados, con Joe Tacopina a la cabeza, y seguido por dos agentes de policía. Inmediatamente después conoció los cargos de la imputación, que lleva como dosier el número 71543-23, según The New York Times.
De esta forma, Trump fue acusado por estos delitos pero se declaró inocente. Sin embargo, su nombre también pasó a la historia al convertirse en el primer presidente estadounidense en afrontar cargos penales.
“Wow, van a arrestarme. No puedo creer que esto esté pasando en Estados Unidos”, escribió Trump desde el vehículo que lo trasladaba al Tribunal Supremo de Manhattan.
Tras salir de la audicencia, el expresidente abordó su caravana rumbo al aeropuerto para regresar en su avión privado a su mansión en Florida.
El fiscal de Manhattan, Alvin Bragg, indicó que Trump orquestó una supuesta trama ilegal que emitió tres pagos a personas con información dañina sobre él de cara a las elecciones presidenciales de 2016.
De acuerdo con el ente acusador, el expresidente junto a la editora American Media Incorporated (AMI) y su exabogado personal Michael Cohen, “acordaron en 2015 ejecutar una trama de ‘catch and kill’ (cazar y matar), que es una trama para comprar y suprimir información negativa, para mejorar las posibilidades de que Trump ganara las elecciones”.
De esta forma, esta trama tuvo una falsificación de registros mercantiles y habría incluido algunas actividades delictivas como el establecimiento de empresas pantalla y la producción de documentos falsos.
“Hicieron tres pagos a personas que decían tener información negativa sobre Trump”, indico el fiscal; algo que sorprendió ya que se sabía que el grueso de la investigación giraba en torno a la actriz Stormy Daniels, pero recientemente se había filtrado un segundo pago a otra mujer, la modelo Karen McDougal.
A Daniels, Cohen le pagó 130.000 dólares dos semanas antes de las elecciones de 2016 a través de “una empresa pantalla”, de acuerdo con lo revelado por el exabogado, una cantidad que “supera el límite de contribuciones a campañas federales”, indicó Bragg.
Posteriormente, Trump emitió once cheques para Cohen “con propósitos fraudulentos”, los cuales fueron procesados por su organización y “camuflados como pagos por servicios legales” prestados por el abogado en 2017 pero que eran “ficticios”.
De esta forma, el expresidente no pudo argumentar que estos pagos eran para reembolsar a Cohen ya que este monto superaba los límites legales de financiación de campaña y prácticamente habría admitido un delito.
La segunda mujer en el caso, McDougal, recibió un pago de 150.000 dólares por su silencio sobre una supuesta relación íntima con el entonces candidato, de manera similar a lo ocurrido con Daniels.
El tercer pago que no se conocía, y que se remonta a 2015, según especificó la Fiscalía en una nota de prensa, lo hizo AMI, que entregó 30.000 dólares a un antiguo portero de la Torre Trump “que decía tener una historia sobre un hijo que Trump tuvo fuera del matrimonio”.
El fiscal señaló que Trump tuvo que generar decenas de entradas falsas en los registros mercantiles de su empresa para “ocultar la actividad delictiva, incluyendo intentos para violar las leyes electorales estatales y federales”.
Tras ganar las elecciones, el presidente reembolsó a Cohen varios cheques mensuales, recogidos en la imputación, desde un fondo que creó para mantener los activos de la Organización Trump mientras estaba en la Casa Blanca y desde su cuenta bancaria personal.
De acuerdo con los expertos, los 34 cargos de falsificación de documentos mercantiles, que en el estado de Nueva York son un delito menor penalizable con menos de 1 año de cárcel, se agravan al estar ligados a la promoción u ocultamiento de otro delito, en este caso relacionado con las elecciones; lo cual podría conllevar una pena de hasta 4 años.
No obstante, Trump fue acusado y se espera que siga su habitual estrategia de dilatar los litigios, pero esta vez se trata de un caso sin precedente legal y que pasará a la historia por ser el primer proceso judicial contra un presidente o expresidente estadounidense.
Finalmente, en medio de este escándalo Trump también viene adelantando labores de su campaña presidencial con miras a las elecciones de 2024; por lo que muchos expertos creen que usará estas acusaciones para impulsar su aspiración para regresar a la Casa Blanca.
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