Las autoridades de Brasil han reportado que al menos 104 personas han fallecido por cuenta de las graves inundaciones y deslaves que se registraron en la ciudad de Petrópolis.
Los rescatistas y voluntarios luchan contra el tiempo en medio de la tragedia tratando de buscar a más desaparecidos, pero las condiciones siguen siendo muy peligrosas ya que existe el riesgo de que se presenten nuevas lluvias y deslizamientos.
De esta forma, cientos de personas se han sumado a las labores de búsqueda en medio del lodo y escombros que dejó la fuerte avalancha que fue provocada por las peores lluvias en los últimos 90 años.
“Desgraciadamente va a ser difícil encontrar a alguien con vida. Como está todo, es prácticamente imposible, pero por lo menos (hay que) entregar los cuerpos para que la familia pueda enterrarlos y hallar sosiego”, explicó Luciano Gonçalves, un voluntario de 26 años que trabaja entre los escombros.
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Las autoridades reportaron que en esta ciudad, ubicada al norte de Río de Janeiro, se registraron casi 300 deslizamientos por lo que las imágenes son completamente desoladoras con casas y calles completamente destruidas y tapadas por el lodo.
“Hasta ahora, tenemos registro de 104 muertos. Hay 24 rescatados con vida por los bomberos”, informó la Defensa Civil de la ciudad.
Por ahora, las autoridades no revelaron el número de desaparecidos, pero el Ministerio Público informó que unas 35 personas fueron “registradas” como desaparecidas en su servicio de localización de personas.
Se esperan más lluvias
Los expertos advirtieron que en la zona existe un riesgo “muy alto” de nuevos deslizamientos de tierra en la región montañosa de Rio, especialmente en Petrópolis, debido a la previsión de más lluvias para los próximos días que podrán causar nuevas inundaciones.
De esta forma, las labores de rescate de cuerpos podría complicarse en los próximos días y por eso las autoridades han empezado a evacuar de la zona a miles de personas que están en un riesgo latente en medio de esta tragedia en Brasil.
Según los expertos, esta emergencia es consecuencia de una combinación de factores, entre estos lluvias excesivas, la topografía de la región y la existencia de grandes barriadas de casas precarias, muchas de ellas construidas de manera ilegal en las escarpadas zonas de riesgo.
La agencia meteorológica MetSul reportó que algunos puntos de Petrópolis recibieron en unas horas hasta 260 milímetros de lluvia en menos de seis horas, un volumen superior a la media histórica para todo febrero (240 mm).
Lo cierto es que esta tragedia en Brasil afectó a cientos de comunidades pobres de esta ciudad y puso en evidencia las difíciles condiciones en las que viven miles de personas que construyen sus viviendas en las montañas en medio de las dificultades económicas y sociales.
El gobernador de Rio de Janeiro, Claudio Castro, indicó que “la peor lluvia desde 1932” unió una “tragedia histórica” y “un déficit que realmente existe” en infraestructura y vivienda.
“Los que terminan teniendo que vivir en estas regiones de riesgo son los más vulnerables, los que están más expuestos a este tipo de situaciones. Y eso sin contar que estamos viviendo una crisis económica producto de la pandemia que lo empeoró todo, porque la cantidad de personas que salieron de áreas que no estaban en riesgo para instalarse en áreas de riesgo sin duda aumentó”, explicó Estael Sias, meteoróloga de la agencia Metsul.
Brasil ha vivido en los tres últimos meses episodios de intensas lluvias, especialmente en los estados de Bahia (nordeste) y de Minas Gerais (sudeste), que han dejado decenas de muertos y causado destrozos en centenares de municipios.
Los científicos sostienen que, debido al cambio climático, los fenómenos meteorológicos extremos serán cada vez más recurrentes y por esos los países tienen que preparar a su población para este tipo de escenarios.
En enero de 2011 más de 900 personas murieron en la región serrana del estado de Rio por las fuertes lluvias que provocaron inundaciones y deslizamientos de tierra en una amplia región, incluida Petrópolis y sus vecinas Nova Friburgo, Itaipava y Teresópolis.
Finalmente, las autoridades esperan encontrar a las personas desaparecidas y empezar con las labores de reubicación de miles de personas que se vieron afectadas en medio de esta grave tragedia en Brasil.
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