La mayoría de los investigadores y médicos del mundo están dedicados a conseguir vacunas, tratamientos y atender enfermos de coronavirus. La pandemia paraliza el mundo y hasta la fecha ya va casi millón y medio de contagios y más de 85 mil decesos. Mucho se ha hablado de las medidas de prevención y los focos de contagio, pero hay un tema muy delicado del que no se habla mucho: ¿Qué sucede con las personas que fallecen por la enfermedad? ¿Cuál debería ser el protocolo para el manejo de los cuerpos? . En resumen: ¿Son focos de contagio los fallecidos por coronavirus?
La agencia Associated Press publica un trabajo del médico patólogo Ahmad Samarji de la Universidad de Phoenicia en el medio The Conversacion . El mismo se titula: “Morgues sobrecargados, fosas comunes y restos infecciosos: cómo los patólogos forenses manejan los coronavirus muertos”.
En primer lugar señala Samarji que los gobiernos tienen que tomar “opciones muy limitadas pero esenciales” para evitar una peligrosa acumulación de cadáveres.
“Con enfermedades altamente infecciosas, es urgente que los procedimientos post mortem, desde la muerte, el examen, la certificación, el registro y la liberación del cuerpo hasta la cremación o entierro seguros, fluyan de la manera más adecuada y fluida posible”, afirma el experto. Además agrega que: “en una pandemia como COVID-19, un gran número de muertos puede superar rápidamente las capacidades locales si no se gestionan de manera oportuna”.
¿LOS CADÁVERES PUEDEN SER FOCO DE INFECCIÓN?
Al respecto el patólogo Ahmad Samarji señala: “no sabemos si los restos humanos son infecciosos, pero la probabilidad es alta. Así patólogos forenses de todo el mundo están instando a los gobiernos a restringir la visualización y manejo del cuerpo después de que se complete el examen .
Como dato el experto citó lo sucedido con el ébola epidemia con la que murieron unas 11.300 personas en África occidental entre 2014 y 2015. Asegura Samarji que los muertos fue uno de los principales modos de transmisión de la enfermedad. El Covid 19 está aún en pleno estudio, por lo que no hay certezas de que los cadáveres no sean un foco de transmisión de la enfermedad y si son focos de contagio los fallecidos por coronavirus.
-EL PELIGRO DE LAS MUERTES MASIVAS-
España, Italia, ciudades como Nueva York y Guayaquil cuentan muertes por centenas cada día. La capacidad para sepultar a esas víctimas es limitada. Se vió recientemente la crisis en esta ciudad ecuatoriana rebasada en su posibilidad de recoger a las víctimas en hospitales y hogares donde estas personas fallecían.
Al respecto, el patólogo plantea que: “cuando los planes nacionales para el manejo de cadáveres en pandemias se agotan, esto lleva a la acumulación de cuerpos, problemas de almacenamiento, refrigeración, y descomposición. Eso, como resultado, aumenta el riesgo de infección en toda la comunidad.