Con un trabajo de parto y apenas 21 semanas y cinco días de gestación, las palabras de los médicos fueron claras: los bebés no eran viables “0% de probabilidad de supervivencia” para los que hoy en día son los mellizos más prematuros del mundo.
Sin embargo, para los futuros padres, Shakina Rajendram y Kevin Nadaraja, era imposible renunciar a los pequeños que la madre aseguraba sentir tan vivos dentro de sí y que, sin imaginarlo, romperían este sorprendente récord de gestación.
“Incluso en ese momento, mientras oía esas palabras salir de la boca del médico, todavía podía sentir a los bebés muy vivos dentro de mí. No era capaz de comprender cómo unos bebés que sentía tan vivos dentro de mí podían no ser viables”, recordó Rajendram.
La pareja canadiense ya venía de una experiencia de pérdida previa, ya que anterior embarazo fue ectópico (el embrión crece fuera del útero), por lo que no llegó a consolidarse.
Aunque la fatídica respuesta de los doctores los estremeció emocionalmente, también los impulsó a buscar alternativas para traer al mundo a sus bebés.
Fue de ese modo como encontraron en Internet información que los alarmó y los animó a la vez: un sitio especializado que pudiera tratar a “microprematuros”. Sin embargo, para ello, los mellizos debían permanecer en el útero de Shakina un día y medio más, contaron a CNN.
Inmediatamente, Rajendram y Nadarajah solicitaron el traslado al Hospital Mount Sinai de Toronto. Este es uno de los pocos centros médicos de Norteamérica que ofrece reanimación y atención activa a las 22 semanas de gestación. Este centro y la fe de ambos eran sus más grandes esperanzas para aquel 4 de marzo de 2022.
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Nacieron como un milagro e impusieron un récord
Ya con 22 semanas, la medianoche de ese día de marzo nació Adiah Laelynn Nadarajah con un peso inferior a 340 gramos.
Sin embargo, 23 minutos después, también llegó al mundo Adrial Luka Nadarajah, con un peso inferior a 425 gramos; por lo que los mellizos pesaban mucho menos que una lata de refresco.
Su tiempo de gestación y pesos convirtieron a los pequeños mellizos en los más prematuros y ligeros del mundo, según Guinness World Records. Los anteriores gemelos prematuros en batir el récord habían sido los gemelos Ewoldt, nacidos en Lowa a las 22 semanas y un día de gestación.
“Para nosotros eran perfectos en todos los sentidos. Nacieron más pequeños que la palma de nuestras manos. La gente sigue sin creernos cuando se lo contamos”, indicó Rajendram.
Los doctores del Hospital Mount Sinai aseguraron que los bebés nacieron justo en el momento para poder recibir cuidados proactivos, reanimación, nutrición y apoyo de órganos vitales. Si lo hubiesen hecho una hora antes no hubiese sido posible asistirlos y lamentablemente habría podido morir.
“No entendimos muy bien por qué había un límite tan estricto a las 22 semanas, pero sabemos que el hospital tenía sus razones. Se encontraban en un terreno desconocido y sé que tuvieron que establecer algunos parámetros sobre lo que podían hacer”, explicó Rajendram.
De acuerdo con esta afortunada madre, sus hijos “sin duda son milagros” y en su mente quedó grabado el momento en que los vio por primera vez en la unidad de cuidados intensivos neonatales.
Un camino lleno de sufrimiento y luchas
A pesar de la emoción y amor que sentía por su hijos, no podía descartar la idea de la lucha, dificultades y dolor que a estos les tocaría librar, propios de los riesgos que implica nacer microprematuros.
El pediatra jefe del Hospital Mount Sinai, Prakesh Shah, les advirtió sobre los retos que les esperaban a sus mellizos y a ellos como padres en la lucha que suponía mantener a Adiah y Adrial respirando.
“En algún momento, muchos de nosotros habríamos pensado: ‘¿es esto lo que hay que hacer por estos bebés? Estos bebés sufrían mucho dolor y angustia, y su piel se estaba desprendiendo. Incluso quitándoles la cinta quirúrgica se les desprendería la piel”, explicó Shah a CNN.
“Podíamos ver a través de su piel. Podíamos ver cómo latía su corazón”, aseguró Rajendram, hecho que les hacía pensar en el dolor que podían estar padeciendo los bebés, pero también, de la enorme vida que en ellos latía.
Estos padres debían considerar no solo el sufrimiento que padecerían al someterlos a los tratamientos, sino también a los riesgos a largo plazo; entre los que se encuentran problemas de desarrollo muscular, parálisis cerebral, retrasos en el lenguaje, retrasos cognitivos, ceguera y sordera.
Sin embargo, Shakina y Kevin decidieron creer y apostar que su fortaleza como padres era la misma que tenían sus hijos para aferrarse a la vida.
“La fuerza que Kevin y yo teníamos como padres, teníamos que creer que nuestros bebés tenían esa misma fuerza, que tenían esa misma resiliencia… Creíamos que tendrían una determinación más fuerte, una resistencia que les permitiría superar esos momentos dolorosos en la UCI”, contó Rajendram.
Los pequeños mellizos tuvieron que pasar, y siguen pasando, por muchos procesos duros, pero ahora están creciendo en un hogar lleno de amor y con el paso de los meses los mellizos más prematuros del mundo lograron celebrar su primer año de nacidos, a pesar de todos los pronósticos.