Una abuela de 94 años ha conmovido y generado reflexión en las redes sociales luego de que inventara un robo en su vivienda y llamara a la policía con el objetivo de tener un poco de compañía porque se sentía sola.
La historia se presentó en Italia y ha dejado muchas lecciones sobre la forma como tratamos a las personas mayores y que han tenido que pasar sus días en soledad, especialmente en medio de la pandemia.
De acuerdo con los medios locales, la protagonista de la historia es la abuela Ersilia Rusconi que vive sola, no tiene hijos y sus otros familiares viven lejos de su vivienda.
Una persona se encarga de cuidarla en la ciudad de Lecco pero debido a su avanzada edad decidió mudarse a una casa de retiro en la localidad de Bellagio para recibir mejores atenciones y no enfrentar sus últimos años de vida en soledad.
Sin embargo, una semana antes de mudarse decidió llamar a la policía inventando un supuesto robo con el objetivo de tener la compañía de los oficiales y poder charlar con ellos.
Los oficiales de la policía de Lecco ingresaron a la casa y notaron que no había ocurrido ninguno de los hechos que la abuela con voz temblorosa había denunciado en la línea telefónica.
“Se sentía sola, quería alguien con quien hablar. Paramos con ella, la alentamos y la consolamos”, aseguró Carmelo, uno de los oficiales que llegó a la vivienda.
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Precisamente, al verse descubierta la abuela Ersilia admitió que había inventado el robo asegurando que “me siento sola, quería hablar con alguien”.
Los oficiales comprendieron las desgarradores explicaciones de esta abuela y decidieron acompañarla durante un rato y compartir con ella unos alimentos como si fueran sus nietos.
“Las palabras de la anciana y su estado de profunda soledad conmovieron el alma de los policías, que por ello se quedaron con ella unos minutos, con la intención de brindarle algo de serenidad y consuelo”, reseñó la policía le Lecco.
Además, ella les contó su historia y el dolor que sentía por vivir sola y por su decisión de mudarse a un hogar de ancianos.
“Dijo que habían entrado los ladrones pero no faltaba nada en la casa, todo estaba en orden. Luego comenzó a recordar episodios del pasado . Finalmente encontró la fuerza para confiar en su dolor por su inminente traslado al asilo de ancianos y en ese momento comprendimos que no le habían robado nada. Ella solo necesitaba nuestro consuelo”, indicó Carmelo al diario Corriere.
Los oficiales Antonio y Carmelo decidieron regresar a la vivienda al día siguiente para confirmar su estado de salud y le llevaron un pastel de regalo, por lo que la abuela pudo compartir otro gratificante momento de alegría con los que ahora considera como sus nietos.
Es tal la amistad que se forjó con esta abuela, que unos días después fue a la cocina y a pesar de su avanzada edad logró hornear un pastel para dárselo a sus “ángeles de la guarda”.
En ese sentido, llamó nuevamente a la comisaria pero esta vez no quería denunciar un robo sino a preguntar por los oficiales Antonio y Carmelo.
“Estoy buscando a Antonio y Carmelo. Les cociné un postre. ¿Les puedes decir si vienen a verme?” indicó la abuela Ersilia; por lo que los oficiales salieron en la patrulla directamente a cumplir esta inaplazable invitación.
La historia de la abuela que inventa un robo ha generado muchas lecciones sobre la forma como muchas personas tienen que enfrentar la soledad y cómo a una avanzada edad no son escuchados y viven sus últimos días apartados o encerrados en viviendas sin poder disfrutar su última etapa de vida.
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