Las tensiones en la península coreana han aumentado nuevamente en los últimos días, pero especialmente tras la destrucción por parte de Corea de Norte de una oficina de relaciones que tenían en conjunto con Corea del Sur.
Los expertos han visto este acto como una estrategia de provocaciones del régimen norcoreano de Kim Jong-Un para lograr que Estados Unidos y Corea del Sur le den unas concesiones económicas.
La destrucción de esta oficina de enlace ocurrió en la ciudad fronteriza de Kaesong, luego de que en los últimos días Corea del Norte lanzara críticas y amenazas a su vecino del sur.
Este hecho se registró luego de que unos desertores enviaran globos desde Corea del Sur con propaganda contraria al régimen de Kim Jong-Un.
Las tensiones entre las dos Coreas se dan en medio de la parálisis que tiene las negociaciones en materia nuclear; por lo que Corea del Norte busca que levanten las sanciones presionado a su vecino del sur.
Además, el impacto de las sanciones y de la pandemia del coronavirus, ha generado un duro golpe a la economía del Corea del Norte; que desde hace varios años está en una debacle.
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De acuerdo con la agencia AFP, el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, fue uno de los artífices del diálogo histórico iniciado en 2018 por Estados Unidos y Corea del Norte.
“Las relaciones intercoreanas se deterioraron profundamente desde el fracaso de la segunda cumbre entre el presidente estadounidense Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong Un; en febrero de 2019 en Hanói”, reseña AFP.
El profesor de ciencias políticas en la Universidad Kyungnam, Kim Keun-sik, consideró que la incapacidad de las partes para ponerse de acuerdo sobre las concesiones que tenía que realizar Corea del Norte no ha permitido avanzar con el levantamiento de las sanciones.
“Internamente, Corea del Norte está profundamente decepcionada por Moon y parece decidida a cortar las relaciones intercoreanas. De esta manera envía un mensaje a Trump para decirle que debe retomar las discusiones o levantar las sanciones económicas; lo que reclama desde hace tiempo”. indicó Keun-sik.
En medio de esta situación, un aspecto que ha llamado la atención es el protagonismo que viene teniendo Kim Yo Jong; hermana del líder norcoreano Kim Jong-Un.
Precisamente, fue ella la que había anticipado hace unas semanas la destrucción de la oficina de relaciones con Corea del Sur.
Una estrategia arriesgada
Tras la destrucción de esta oficina de enlace; ambos países han endurecido el tono en un escenario que ha encendido las alarmas de la comunidad internacional ante un posible conflicto.
El especialista de Corea del Norte en la Universidad de Ewha, Leif-Eric Easley, explicó a la agencia AFP que esta estrategia del régimen está bien “meditada” pero representa un riesgo.
“Es un ciclo gradual de provocaciones, y no solo un evento excepcional. Pyongyang ataca las relaciones entre las dos Coreas para presionar con la esperanza de obtener concesiones internacionales”, indicó Easley.
Sin embargo, Corea del Norte anunció que enviará tropas a los sitios fronterizos y reanudará los ejercicios militares en esas zonas; algo que podría incrementar el riesgo de choques con Corea del Sur.
Por su parte, Corea del Sur trato de enviar algunos funcionarios para iniciar un dialogo y bajar las tensiones; algo que rechazó el régimen de Corea del Norte.
“Carece de sentido este menosprecio realizado en un tono muy grosero y sin comprender el propósito de diálogo”, indicó Yoon Do-han, portavoz de la oficina presidencial surcoreana.
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Ante esta negativa, el Estado Mayor conjunto de Corea del Sur mostró su “profunda preocupación” con el despliegue de activos norcoreanos; pero advirtió que responderá ante cualquier situación.
“Estas medidas frustran los esfuerzos de los últimos 20 años por parte de Sur y Norte para mejorar las relaciones intercoreanas y mantener la paz en la península”, explicó Jeon Dong-jin ; director de operaciones del Estado Mayor conjunto.
En ese sentido, el militar surcoreano lanzó una dura advertencia asegurando que “si el Norte activa esas medidas, de seguro pagará un precio por ello”.
Lo cierto es que las relaciones entre las dos Coreas están, según los analistas, en el peor punto desde el 2018; cuando iniciaron un proceso de diálogo y entendimiento que implicó la desmilitarización de la frontera.
Por el momento las tensiones entre Corea del Norte y Corea del Sur ha despertado la preocupación de la comunidad internacional; quien ha hecho un llamado a la calma y al diálogo entre ambos países.
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