La Organización de las Naciones Unidas (ONU) emitió una alerta ante el grave riesgo de que se presente una “fuga masiva” sin precedentes de un buque petrolero en el Mar Rojo.
El navío fue abandonado desde 2015 cerca de la costa de Yemen y está cargado con más de 1.1 millones de barriles de petróleo; por lo que si se llega a presentar una fuga podría haber una catástrofe ambiental y humanitaria en esta región del mundo.
La advertencia fue hecha por la directora del Programa de Medioambiente de las Naciones Unidas, Inger Andersen, en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU convocada por el Reino Unido para discutir la situación de esta embarcación “fantasma”.
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“En caso de que esta situación se salga de control, afectaría directamente a millones de personas en un país que ya sufre la mayor emergencia humanitaria del mundo, destruiría ecosistemas enteros durante décadas y se extendería más allá de las fronteras de Yemen”, explicó Andersen.
Esta alerta fue emitida luego de que hace unas semanas se registrara una grave filtración de agua en la embarcación y que fue contenida tras cinco días de trabajo, lo cual encendió las alarmas sobre una posible catástrofe ambiental.
“Afortunadamente, la filtración en la sala de máquinas era relativamente pequeña y buzos de la empresa Safra fueron capaces de contenerlo tras pasar 28 horas bajo el agua, repartidas en cinco días de trabajo”, explicó un funcionario de la ONU.
Precisamente, Yemen se encuentra en una guerra civil desde hace varios años lo cual ha provocado que el país registre una grave emergencia humanitaria.
Una “bomba” de tiempo
La funcionaria de la ONU aseguró que todavía se está a tiempo para prevenir “una catástrofe” pero se requiere actuar con rapidez para tomar decisiones frente a este buque en el Mar Rojo; el cual fue construido en 1976 en Japón y no ha tenido mantenimiento desde el 2015.
“Si esto ocurre, causará una catástrofe medioambiental impactando los ecosistemas y la vida de hasta 28 millones de personas que viven de esos ecosistemas”, indicó Andersen.
El grupo ecologista yemení Holm Akhdar (sueño verde, en árabe) advirtió que una marea negra de crudo podría extenderse hasta el golfo de Adén y el mar de Arabia.
La región necesitaría 30 años para recuperarse y unas 115 islas del mar Rojo perderían sus hábitats naturales y afectaría a 126.000 pescadores.
La preocupación es que ante una eventual catástrofe los gobiernos de Yemen y de los países vecinos no tienen la capacidad para gestionar las graves consecuencias de un derrame y la catástrofe ambiental que se generaría.
En ese sentido, una de las opciones contempladas por la ONU es vaciar y retirar el buque o remolcarlo a un lugar más seguro para luego sacar el petróleo de forma segura.
Sin embargo, para estudiar las opciones se requiere una evaluación exhaustiva de las condiciones físicas del buque para tomar una decisión que no represente un riesgo para los millones de barriles de petróleo.
“A pesar del difícil contexto operativo, no se deben escatimar esfuerzos para realizar primero una evaluación técnica y reparaciones iniciales de luz. La mejor opción será descargar el petróleo del barco y luego remolcarlo a un lugar seguro para su inspección y desmantelamiento”, explicó la ONU.
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