La vida del príncipe Felipe de Edimburgo siempre estuvo relacionada o ligada a la aristocracia pero a pesar de estar casado con la reina Isabel II durante más de 70 años nunca tuvo o fue reconocido con el título de rey.
Esta es una de las preguntas que muchas personas se han hecho ya que Felipe siempre fue conocido como príncipe o duque de Edimburgo, títulos que recibió tras su matrimonio con la entonces princesa y monarca del reino británico.
El duque es hijo del príncipe Andrew de Grecia y de la princesa Alice de Battenberg y nació en la isla griega de Corfú en 1921, por lo que hacía parte de la familia real de la nación mediterránea.
Felipe se casó con la entonces princesa Isabel el 20 de noviembre de 1947, pero tuvo que renunciar a sus títulos griego y danés para convertirse en duque de Edimburgo poco antes de su boda.
El 6 febrero de 1952 el rey Jorge VI muere mientras Isabel se encontraba en Kenia durante una gira por la Commonwealth, por lo que la princesa se convierte en reina de la monarquía británica y Felipe recibe el título de príncipe del Reino Unido.
“Yo, Felipe, duque de Edimburgo, me convierto en tu señor de la vida y los miembros, y del culto terrenal; y la fe y la verdad os llevaré, para vivir y morir, contra toda clase de personas. Entonces ayúdame Dios”, indicó Felipe durante la ceremonia de coronación.
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En ese sentido, a pesar de que su esposa había tomado el reinado Felipe no recibió el reconocimiento de rey consorte, como habitualmente sucede con la mujer que se casa con un heredero al trono.
“El esposo de una reina reinante, a diferencia de una reina consorte, no es coronado ni ungido en la ceremonia de coronación. En 1953, el duque de Edimburgo fue, sin embargo, el primer par en “rendir homenaje” o presentar sus respetos a la reina, inmediatamente después de los arzobispos y obispos”, reseña la página de la familia Real Británica.
De esta forma, esta es la razón por la que Felipe nunca recibió el título de rey, pero sí el del Consorte del Reino Unido el cual fue creado por ser el esposo de la monarca del Reino Unido.
El diario La Vanguardia reseñó que las leyes británicas históricamente solo reconocen como reyes a los familiares directos de la reina, es decir, que la sucesión se rige por la sangre y no en el género de la persona que llega al poder.
“Al casarse con ella, Felipe recibió los títulos de duque de Edimburgo, conde de Merioneth y barón Greenwich. Así, a pesar de haber estado casados tantos años con la reina legítima del país, el duque de Edimburgo fue nombrado en la coronación de la reina como príncipe de Reino Unido, no rey”, indica el diario La Vanguardia.
Lo cierto es que si su esposa la reina Isabel II ha batido todos los récords de longevidad como monarca, Felipe también pasó a la historia como el consorte británico que más años ostentó ese honor al superar en 2009 a Carlota, la esposa del rey Jorge III.
En 2017, Felipe se retiró de las actividades públicas tras haber participado en más de 22.000 actos oficiales,
El fallecimiento del príncipe Felipe, duque de Edimburgo, a sus 99 años representa un golpe especialmente duro para la reina Isabel II, ya muy afectada por varias crisis familiares en estos últimos tiempos.
Con la muerte del príncipe Felipe, Isabel II pierde a su marido del que se enamoró siendo adolescente y con el que estuvo casada más de 70 años.
A partir de ahora, la soberana, que el 21 de abril cumplirá 95 años, tendrá que afrontar sola las crisis que sacuden a la familia real británica.
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