El huracán Iota avanza este martes con intensas lluvias y vientos hacia el interior de Centroamérica, una zona devastada hace dos semanas por el ciclón Eta, tras haber perdido algo de fuerza al tocar tierra en Nicaragua como un poderoso ciclón de categoría 5.
El Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. (NHC) informó que Iota tocó tierra con vientos máximos sostenidos de 260 kilómetros por hora, siendo el huracán más poderoso que se ha registrado en la temporada de 2020.
De esta forma, Iota sigue la misma trayectoria que el huracán Eta, que dejó más de 200 muertos y desaparecidos en América Central. Unos 2,5 millones de personas resultaron afectadas por el paso de Eta, según estimaciones oficiales.
Sin embargo, el ciclón tropical generó graves afectaciones en su pasó por el Mar Caribe especialmente en las islas de San Andrés y Providencia, así como inundaciones en ciudades del norte de Colombia como Cartagena y San Marta.
Los pronósticos dan cuenta que el huracán se debilitará en las próximas horas pero dejará una gran acumulación de precipitaciones en la región de Centroamérica, especialmente en Nicaragua y Honduras.
Además, se espera que las lluvias persistan durante varios días en la región por lo que el riesgo de inundaciones y derrumbes siguen latentes en estos países.
Afectaciones
Miles de personas fueron llevadas a albergues en América Central, mientras los gobernantes de la región acordaron formar un frente común para solicitar recursos internacionales que les ayuden a mitigar los daños causados por los dos huracanes.
Honduras, Nicaragua y Guatemala realizan evacuaciones desde la semana pasada, y el huracán afectó también a Panamá y a la isla colombiana de Providencia, que quedó incomunicada.
El presidente de Colombia, Iván Duque, informó que al menos una persona murió en la Isla de Providencia donde el huracán Iota destruyó cerca del 98% de su infraestructura.
“Hay una afectación máxima (…), estamos hablando de un deterioro de cerca del 98% de la infraestructura de la isla. Una persona fallecida está por identificar”, manifestó Duque en su cuenta de Twitter.
Precisamente, la isla de Providencia, donde habitan unas 6.000 personas, es el territorio colombiano más afectado por el huracán Iota en su paso por el Caribe rumbo a Centroamérica. Según autoridades, hay dificultades para comunicarse con los pobladores.
“Hemos tenido comunicación muy pobre por la afectación que hay en el sistema de telecomunicaciones”, detalló el mandatario.
El hospital de la isla perdió parte de su techo y el archipiélago se encuentra sin servicio de electricidad, según el coronel John Fredy Sepúlveda, comandante de policía del archipiélago que agrupa a varios cayos y a las islas de San Andrés, Santa Catalina y Providencia.
Las autoridades colombianas ya han dispuesto de recursos, ayudas y personal médico y de rescate para atender esta emergencia, pero se espera llegar a estas islas cuando las condiciones climáticas lo permitan.
La temporada de huracanes en el Atlántico ha batido récords. Iota es la decimotercera de las 30 tormentas con nombre registradas este año que alcanza la categoría de huracán, lo cual obligó a usar el alfabeto griego para nombrarlas.
Honduras y Nicaragua en alerta
Las lluvias provocadas por Iota también azotaron al Caribe hondureño, y se espera que el martes caigan aguaceros en Tegucigalpa, donde barriadas pobres en los cerros de la capital están en riesgo.
La Fuerza Aérea de Honduras anticipó fuertes lluvias en la capital y en la norteña San Pedro Sula, capital industrial del país fuertemente golpeada por Eta.
Tanto Honduras como Nicaragua sufrieron los peores impactos de los últimos huracanes en áreas aisladas y pobres.
El noreste de Nicaragua, una región extensa y poco poblada, con habitantes de las etnias miskito, sumos, garífunas, además de creole y mestizos, sufrió el impacto de Iota sin haber terminado de asimilar los efectos del huracán Eta.
En Honduras, Iota provocó rachas de vientos y fuertes lluvias en los departamentos orientales de Gracias a Dios -de población miskita-, Colón, norte de Olancho y parte de Atlántida, según la estatal Comisión Permanente de Contingencias (Copeco).
Según medios locales, más de 175.000 personas habían sido evacuadas desde el sábado, especialmente en zonas inundadas durante el azote de Eta en el Valle de Sula, cerca de San Pedro Sula.
Asimismo, Guatemala mantiene la vigilancia en las provincias de Alta Verapaz, Izabal, Quiché, Huehuetenango, Petén, Zacapa y Chiquimula, en las regiones norte, oeste y este, duramente golpeadas por Eta y aún con decenas de comunidades aisladas por derrumbes e inundaciones, según Yelson Samayoa, director del Instituto de Meteorología.
El Salvador y Panamá también declararon alerta roja en anticipo de los efectos de Iota.
Ante el doble embate de huracanes, los presidentes de Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica clamaron este lunes por ayuda de la comunidad internacional para reconstruir sus países, durante un encuentro virtual.
El presidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Dante Mossi, presente en la cita, propuso reenfocar 2.500 millones de dólares del ente “para restablecer infraestructura, represas y construcción de vivienda social”.
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